Ferrol se reencuentra con Torrente Ballester en el aniversario de su muerte

f. fernández FERROL / LA VOZ

CULTURA

JOSE PARDO

Inaugura una exposición que repasa la trayectoria vital y creativa del genio

08 mar 2025 . Actualizado a las 19:46 h.

Gonzalo Torrente Ballester (Ferrol, 1910) falleció el 27 de enero de 1999. Desde entonces, sus restos descansan en el nicho familiar de Serantes. Pero el genio es inmortal. Vive gracias a su ingente obra literaria y ahora también a la exposición Gonzalo Torrente Ballester, la travesía de un creador, que ayer se inauguró en el centro cultural que lleva su nombre en su ciudad natal y que se podrá visitar hasta el próximo 30 de abril.

La muestra llega a Ferrol procedente de la Biblioteca Nacional de Madrid, donde permaneció expuesta desde el verano pasado con motivo del 25.º aniversario del fallecimiento del autor de La saga fuga de JB. Comisariada por Carmen Becerra y Darío Villanueva, la exposición incluye unas doscientas piezas que repasan la trayectoria vital y creativa de Torrente.

«Ya estamos aquí, hemos llegado al origen, este es el punto de partida y es el punto de llegada, en el que siempre estará Gonzalo Torrente», ensalzó Becerra, quien, en pleno día de la mujer, destacó que «Ferrol ha hecho a Torrente, pero si hay sujetos activos en ese producto terminado, esos son las mujeres [...] ferrolanas, que han dado lugar a ese hombre tan brillante».

Jaime, Fernanda y Juan Pablo, hijos del escritor, posando ante una imagen antigua de su padre.
Jaime, Fernanda y Juan Pablo, hijos del escritor, posando ante una imagen antigua de su padre. JOSE PARDO

La exposición reúne fotos hechas por Torrente, otras de él tomadas por otros autores, libros, manuscritos, objetos personales (cámaras, bastones y gafas), premios, condecoraciones... El objetivo: «Evitar lo que sucede con los escritores de primer orden, que se mueren y todo el mundo se olvida de ellos a los cuatro años. Queremos que se vuelva sobre Torrente porque es un escritor no solo del siglo XX, sino también del XXI», resumió la comisaria.

Hay fotos de la casa familiar de Serantes, donde nació y donde Torrente «empezó a fraguar su mundo mágico». Imágenes del techo pintado del teatro Jofre de Ferrol, a donde acudía de niño con sus padres y «mientras no se levantaba el telón, lo que él miraba eran esos dibujos, como decía él, con los que imaginaba historias, personajes... Ese teatro es el primero que le ayuda a desarrollar su imaginación», destacó la comisaria. Están también sus gafas de gruesos cristales: «Es interesante que la gente sepa qué tipo de persona es capaz de estar leyendo todo el día con esa dificultad, tuvo un período de casi ceguera que mejoró gracias a las operaciones», continuó.

En la muestra «tenemos un periodista, un profesor de instituto, de universidad, un culo inquieto...» e incluye páginas escritas a mano, con correcciones, y también lo primero que escribió Torrente, en 1931, Cuento que no tiene título, que se publicó en 1942 como obra de teatro.

Darío Villanueva celebró que la exposición llegue a la ciudad natal del genio: «Ferrol é o lugar máis importante para comprender a figura de Gonzalo Torrente Ballester [...], unha cidade racionalista nun entorno máxico que explican a súa literatura».

Los comisarios de la exposicion Darío Villanueva y Carmen Becerra
Los comisarios de la exposicion Darío Villanueva y Carmen Becerra JOSE PARDO

A la inauguración de la exposición acudieron los comisarios, tres hijos del autor, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo; el alcalde ferrolano, José Manuel Rey Varela; y el edil de Cultura, el escritor José Antonio Ponte Far. Ponte Far destacó que «si Torrente é importante para Ferrol, tamén Ferrol é importante para Torrente» y recordó una de sus frases: «El paseo, el descenso al muelle de los pescadores, me ha zambullido en un maremagno de sentimientos y de recuerdos. Estoy en mi centro y en mi origen. Yo soy de aquí, y estas piedras, estos hombres, este mar, me hicieron, como los elefantes viejos me voy aproximando por rodeos y asaltos insensatos a ese pedazo de tierra aldeana donde esperan mis muertos».

Fernanda Torrente: «Lo recuerdo como un hombre bueno»

 

 

Fernanda, Jaime y Juan Pablo Torrente eligen una foto de sus padres para posar. «Estamos realmente agradecidos a Ferrol y a todas las instituciones que han colaborado para que se acuerden de él, de todas sus facetas, por ejemplo, los artículos periodísticos que escribió reflejan su persona, cómo era, qué pensaba, lo que le inquietaba... Pero ya no solo como persona, sino por la cuestión cultural, por lo que representa», reconoce Fernanda, presidenta de la Fundación Gonzalo Torrente Ballester. Y continúa: «Vivieron dos guerras mundiales y una española, toda esa experiencia hay que recuperarla para que el mundo que viene sea mejor».

Pero, ¿qué es lo que más recuerdan de su padre? Jaime, «el exilio interior en su biblioteca». Fernanda: «Carlos Casares lo definió muy bien como un hombre bueno, y así es cómo lo recuerdo, como un hombre bueno y justo, aparte de que era muy inteligente, de que escribía estupendamente...».

El padre inculcó a sus hijos el amor por la lectura: «Todos nos dedicamos a la cultura, unos periodistas, otros escritores, músicos, a los museos... Jaime está haciendo ahora un trabajo importante sobre el Archivo de Galicia... Tenemos un sobrino escritor...», relata Fernanda.

Los hermanos no son ferrolanos, pero sí guardan recuerdos de algunos viajes. Jaime cuenta que «vinimos de pequeños cuando murió nuestra abuela Ángela, mi padre estaba en Estados Unidos y tuvo que venir mi madre. Fuimos a ver a nuestras tías y tengo un recuerdo muy particular porque una de ellas me enseñó a lavarme las manos. Tenía unos seis años».