
Las gaitas sonarán con fuerza durante toda la mañana dominical, en el Desfile das Nacións Celtas, con agrupaciones gallegas, asturianas, la bretona Kevrenn Brest Sant Mark y la escocesa Caledonian Cowboy Collective Pipe Band. En cabeza irá, como es tradición, la anfitriona, la Escola de Gaitas de Ortigueira
13 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Este año, la apoteosis folkie se produjo entre el tercer y el cuarto día (normalmente va del segundo al tercero, pero esta edición comenzó uno antes, el miércoles). En el Festival de Ortigueira, con conciertos y acampada gratuitos, no resulta fácil calcular el número de asistentes, «pero este año es de los que más gente se ve», apuntaba este sábado Javier López, hostelero (al frente del restaurante Casa Giz) y fotógrafo aficionado, que empata la jornada en el local con los conciertos, a pie de palco, para nutrir su ya ingente archivo.
La mayor explosión de vida y música se da por las noches, cuando parte de la marea del pinar de Morouzos se traslada al recinto del puerto y se mezcla con el público local y con las miles de personas que acuden a los conciertos (este sábado con Milladoiro y la banda angloirlandesa Flook como cabezas de cartel). La música no cesa desde media mañana —cuando arranca el Festival na Rúa, con pequeñas formaciones y bandas enteras tocando por calles y plazas— hasta altas horas de la madrugada. Las gaitas sonarán con fuerza durante toda la mañana dominical, en el Desfile das Nacións Celtas, con agrupaciones gallegas, asturianas, la bretona Kevrenn Brest Sant Mark y la escocesa Caledonian Cowboy Collective Pipe Band. En cabeza irá, como es tradición, la anfitriona, la Escola de Gaitas de Ortigueira, con una marcha especial por su 50.º aniversario, con nada menos que 140 músicos de las distintas generaciones que han pasado por la formación desde 1975.
Javier y Conchi, festivaleros con solera, nunca se pierden el desfile. Llegaron el sábado y les costaba creerse «la cantidad de gente que había en la playa, como nunca, y la acampada, hasta en las marismas, eso sí, respetando los cordones de protección dunar». Queda un día de libertad.