La OSG interpreta el «Réquiem» de Mozart en la versión revisada de Robert Levin

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

La OSG, en plena interpretación en un reciente concierto con la soprano Nikola Hillebrand.
La OSG, en plena interpretación en un reciente concierto con la soprano Nikola Hillebrand. Marcos Míguez

La forma que habitualmente sube al escenario es la que le dio el discípulo de Mozart Franz Xaver Süssmayr, quien, además de instrumentar varias secciones, compuso otras nuevas, un trabajo que realizó por encargo de la viuda del músico salzburgués, Constanze. La de Levin se podrá escuchar este viernes 31 de octubre y el sábado en el Palacio de la Ópera de A Coruña

30 oct 2025 . Actualizado a las 22:19 h.

Coincidiendo con la celebración del día de Todos los Santos, el coro y la orquesta de la OSG ofrecerán la misa de difuntos que Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) dejó sin terminar a su fallecimiento. La versión que del Réquiem en re menor servirá el conjunto, bajo la dirección del maestro Roberto González-Monjas, será la que corrigió y completó el musicólogo estadounidense Robert Levin, una novedad sobresaliente en los escenarios gallegos. La partitura sonará este viernes 31 de octubre y el sábado 1 de noviembre —a las 20.00 horas— en el Palacio de la Ópera de A Coruña.

El pianista, musicólogo y compositor Robert Levin (1947) revisó y completó el «Réquiem» de Mozart.
El pianista, musicólogo y compositor Robert Levin (1947) revisó y completó el «Réquiem» de Mozart.

Encargo del conde Franz von Walsegg para conmemorar el primer aniversario de la muerte de su esposa, quedó inconcluso a la muerte de Mozart el 5 de diciembre de 1791. Su viuda, Constanze, confió la tarea de completar la obra al discípulo de Mozart Franz Xaver Süssmayr, quien, además de instrumentar varias secciones, compuso otras nuevas —en concreto, Sanctus, Benedictus, Agnus Dei y Communio—. Durante años, ambos sostuvieron la ficción de una autoría íntegra de Mozart para legitimar el cobro del encargo. El trabajo de Levin supone una alternativa a la versión de Süssmayr, que durante más de cien años fue única referencia de la pieza y a la que se reprocha haberse completado con una «orquestación poco refinada» y que contiene «algunos errores contrapuntísticos», como anota la musicóloga Teresa Cascudo.

Escuchar con otros oídos

En las últimas décadas, revisiones como la de Levin han propuesto opciones más cohesionadas: corrigen desajustes, refinan la textura orquestal e incorporan el fragmento fugado Amén atribuido a Mozart como cierre del Lacrimosa. No se trata de corregir la historia, sino de escucharla con otros oídos, incide Cascudo.

Con la Orquesta Sinfónica dirigida por Roberto González-Monjas —y el coro, por Javier Fajardo—, las voces solistas en este Réquiem serán las de Maëlys Robinne (soprano), Carlos Mena (contratenor), Rodrigo Carreto (tenor) y Ferran Albrich (bajo).

El programa de la formación, con claro aire de difuntos, se completará, además, con la interpretación de la Sinfonía n.º 44, «Fúnebre», de Franz Joseph Haydn.