Javier Portús, del Museo Nacional del Prado: «El barroco es un arte que buscó llegar a todo el mundo»
CULTURA
La Fundación Barrié comienza este jueves un ciclo de conferencias sobre esta disciplina artística
06 nov 2025 . Actualizado a las 08:36 h.Bajo ostinato. Esa es una de las técnicas de composición que ha utilizado Rosalía para crear Berghain, el primer sencillo de su próximo disco, Lux. «Es un recurso muy utilizado en la música sacra barroca alemana», explica Necko Vidal, violinista. Y responde a «una serie de notas que repite la voz más grave constantemente durante toda la pieza», compartió el profesional a través de su Instagram.
A Javier Portús, jefe de la Colección de Pintura Española del Barroco del Museo Nacional del Prado, no le ha sorprendido la influencia de esta disciplina artística en la cantautora pop, adjetivo del que no quiere desprenderse. Y, tampoco, que la portada de Lux sea una Rosalía vestida de novicia de gesto intenso. El experto tiene claro que el barroco es una forma de expresión que sigue influyendo en los creadores de hoy.
«No solo está presente en la artista que has citado. Otra figura muy importante y que falleció hace no mucho es Bill Viola, que rescató en muchas de sus instalaciones y vídeos la iconografía religiosa barroca para profundizar en la representación de los afectos, de las pasiones», afirma.
Precisamente, saber identificar lo barroco en las expresiones culturales de ahora es uno de los temas que abordará Portús en el ciclo de conferencias Ilusión y persuasión, que la Fundación Barrié (Cantón Grande, 9) comienza hoy en A Coruña, a las 19.30 horas.
Bajo el título El Barroco y lo barroco, el experto disertará sobre cómo este término, que define la corriente artística que comienza en torno al año 1600, «se ha revelado lo suficientemente eficaz como para que se utilice no solo en relación con la historia del arte, sino también con la literatura, el pensamiento o la política; e incluso como para que muy frecuentemente se use como adjetivo para calificar manifestaciones expresivas realizadas en cualquier tiempo y lugar que están dotadas de determinadas características», resume el díptico de la serie de simposios.
El barroco fue un movimiento que cambió la escena. Tomó su definición por contraste con el clasicismo, arte cimentado en la norma, la razón y la medida. Y se basó en «la libertad y lo instintivo», explica Javier Portús. Un nuevo abordaje de la realidad que impulsó un cambio de paradigma. «Otro elemento propio de esta época es la ampliación del público. A medida que se desarrollaba el XVII el arte deja de tener el matiz minoritario que había tenido previamente y se busca un arte que llegue a todo el mundo. Y para conseguirlo, uno de los instrumentos que se utiliza es la posibilidad de conmover, de llegar a través del sentimiento más que a través del raciocinio».
Una iconografía religiosa que persuade
Esta nueva mirada hacia el público también supuso un cambio en la forma de retratar la devoción y los motivos religiosos. El profesional del Museo del Prado explica que, aunque hay un barroco muy importante en zonas no católicas, la iconografía religiosa destacó en el siglo XVII por tomar el camino de la persuasión: «Se produce un énfasis en la idea de las emociones frente a lo que en el Renacimiento había sido expresión. En el barroco, los artistas buscan los instrumentos para enfatizar las emociones, y lo hacen a través de la persuasión. No lo hacen a través del raciocinio, sino con los sentidos». «Son esas imágenes religiosas, con esa gestualidad tan exacerbada, a través de las cuales se trata de conmover al espectador», añade Portús. Así, ven la luz en Galicia joyas barrocas como la capilla del Santo Cristo, en la catedral de Ourense.
Un potente nuevo imaginario que cautiva al espectador, como ha hecho estos días la portada de Lux, donde Rosalía aparece vestida de un blanco impoluto que evoca el mármol del Éxtasis de Santa Teresa, la célebre escultura de Gian Lorenzo Bernini.
Precisamente, el escultor y pintor barroco es el protagonista de la penúltima conferencia de este ciclo de la Fundación Barrié. Leticia Azcue, jefa de la Colección de Escultura desde 1700 y de Artes Decorativas del Museo Nacional del Prado, desgranará el próximo 27 de noviembre esta y otras esculturas del artista, como El rapto de proserpina o La fuente de los cuatro ríos, imprescindibles para comprender la evolución del arte.
Antes de esa cita, el jueves día 13, Amalia Descalzo, profesora de Cultura y Moda en el ISEM Fashion Business School, reflexionará sobre la influencia del barroco en el mundo de la moda. A continuación, el día 20, Alejandro Vergara, jefe de la Colección de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado, se centrará en la figura de Pedro Pablo Rubens.
Y, por último, el 4 del mes de diciembre, Fernando Marías, catedrático de Historia del Arte, pondrá fin al ciclo con la conferencia Velázquez: entre la invención, el capricho y el retrato.