El único tanto del partido lo marcó Rubén de cabeza
24 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El Albacete toma oxígeno en la Liga gracias a la victoria lograda contra el Athletic de Bilbao, desdibujado a lo largo del partido y al que las rotaciones le dejaron sin identidad y con poca mordiente ofensiva. El conjunto manchego fue, en todo el momento, el dueño del partido, a pesar de que las ocasiones no se correspondiesen con el citado dominio. El cuadro local se enchufó desde el principio en el partido. Todo lo contrario que el Athletic, que sin Urzaiz como referencia, perdió el norte. Cada equipo gozó de una ocasión antes de que el duelo se inclinase del duelo albaceteño. Los locales tuvieron en sus botas la oportunidad de Rubén, cuando peinó una falta y el balón rozó el poste derecho de la meta de Aranzubia. Seis minutos después, Fran Yeste, en idéntica jugada, remató un balón que salió también muy cerca de la meta local. A falta de cuatro minutos para el descanso, el Albacete reclamó un penalti por empujón a Redondo pero el colegiado no estimó la acción como merecedora de sanción. Cuando todo invitaba al empate antes del intermedio, llegó un clamoroso fallo de la defensa del Athletic que en un saque de esquina dejó totalmente sólo a Rubén Castro que marcó de cabeza a placer. En la reanudación, el Albacete trató de dormir el partido. La intención era la de jugar a la contra, algo que no llegó a producirse, por lo que el partido, que no había tenido mucha calidad, aún perdió más. Escasas ocasiones Tan sólo se puede reseñar una ocasión para el conjunto de Valverde en este período. Fue en el minuto 59, cuando Yeste trató de regatear a Valbuena, pero no pudo con el cancerbero local. Con el Athletic intentando empatar, más con el corazón que con la cabeza, y el Albacete achicando balones, se llegó a las postrimerías del encuentro. Ahí, el partido se volvió loco y pudo pasar de todo. Iván Díaz, en el último minuto, falló un gol cantado para el Albacete y, un minuto después, Valbuena salvó el tanto a remate de cabeza de Ismael Urzaiz. Al final, victoria merecida de los manchegos.