El Pelusa dijo que visitará A Mariña en busca de sus raíces
31 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Arante, Villamartín Grande y Villamartín Pequeno son dos pequeñas parroquias del interior de los municipios de Ribadeo y Barreiros, en A Mariña lucense. Son pueblos tranquilos, que tienen en la ganadería su principal sustento y con una característica que los ha llevado a figurar en titulares de prensa, radio y televisión. En ellos viven la escasa treintena de personas que en España llevan el apellido Maradona. La serenidad de esta zona se ha visto alterada estos días por un comentario -relevante por venir de quien viene, el propio Maradona-: el Pelusa comentó que tiene la intención de visitar a sus (supuestos) familiares y conocer sus raíces. «Como ao final veña, ¡vaia festa!». Habla Secundino Maradona, Lito, al pie de su casa en Villamartín Grande, y añade sin perder la sonrisa: «Dende que saíu na televisión non paran de vir xornalistas». Los alcaldes de Ribadeo y Barreiros ya se han apresurado a mostrar su ilusión por la probable visita del astro argentino, pero Secundino es más comedido sobre la posibilidad de un vínculo familiar: «Si realmente o quere saber, que busque no súa árbore xenealóxica. Si ven por aquí, cousa mala non será», dice, y añade con un punto de realismo: «Pero non creo que veña». Sobre la repercusión del anuncio del Pelusa , tampoco duda: «Todo isto é demasiado. É un gran deportista, pero todos somos iguales e importantes, cada un no seu traballo». A unos cinco kilómetros, en Arante, las alusiones a Maradona son frecuentes. De buscar una raíz, se hallaría sin duda en esta parroquia ribadense, donde están la fuente, la casa, y el lugar de Maradona. Si el astro argentino finalmente se deja ver por esos lares, se encontrará con gentes que hacen gala de un sentido del humor y de una afabilidad encomiable. Es el caso de Carmen Maradona y de su hijo, Manuel, quien, al contrario que Secundino, sí jugó al fútbol en su juventud: «Pasaba días enteiros xogando, pero non despuntei. Non tiña posto fixo, era un todoterreno», señala sin perder la sonrisa A Manuel el apellido Maradona le ha dado cierta popularidad: «Cando fixen a mili, como somos practicamente do mesmo tempo, el xa tiña moita fama é ao saber do meu apelido todos me preguntaban que tal xogaba ao fútbol». Manuel es más optimista que Lito: «Pode ser que veña, de feito dixo que o faría coas súas nenas. Si o fai supoño que nos avisarán, pero será igual, porque seguro que non pasa desapercibido. Recibiriámolo cos brazos abertos». Carmen mira a su hijo. ¿Será familiar de Maradona? Encoge los hombros y esboza una sonrisa de complicidad. Manuel apunta: «É un apelido inusual, pero non sei, non digo nada», mientras asume con una paciencia admirable que un periodista, otro más, le haya interrumpido la siesta.