El Madrid hizo lo justo para superar al Espanyol

Ginés Muñoz BARCELONA

DEPORTES

Un gol de Van Nistelrooy decidió un partido muy igualado

17 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Un gol de Van Nistelrooy al inicio de la segunda mitad dio la victoria al Real Madrid (0-1) en Montjuich, donde hacía dos años que no ganaba, y acabó con la buena racha del Espanyol, que se había mantenido invicto durante diez jornadas. El conjunto madridista volvió a jugar un partido gris, pero una vez más hizo gala de su oficio para adelantarse en el marcador y defender un resultado que peligró tras la expulsión de Cannavaro en el minuto 53 de partido. El Espanyol empezó más conectado al encuentro, pero también con un plus de precipitación que le perjudicó a la hora de generar peligro sobre la portería de Casillas. De la Peña, más revolucionado de lo habitual, no lograba conectar con Tamudo y Luis García. Mientras tanto, el Real Madrid jugaba a verlas venir. Con el freno de mano puesto, impuso su fútbol cansino hasta comprobar que el equipo de Ernesto Valverde no le iba a causar más daño del esperado. Pasado el cuarto de hora, los de Capello adelantaron algo sus líneas. Guti empezó a aparecer tímidamente. Sin embargo, el conjunto madridista apenas inquietó la portería de Kameni. Con Van Nistelrooy inédito durante toda la primera mitad, los visitantes sólo se acercaron al marco contrario con varios disparos lejanos. Con ambos equipos enfrascados en una batalla estéril, llena de despropósitos y fútbol trabado en el centro del campo, el gol sólo podía llegar en un jugada de balón parado. Luis García estuvo a punto de lograrlo a cinco minutos del descanso. Tras la reanudación, Espanyol y Real Madrid parecieron salir dispuestos a compensar al respetable por el tostón ofrecido durante la primera parte, y el partido despertó de su atonía en tan sólo cinco minutos, lo que tardó Van Nistelrooy en controlar una asistencia de Guti dentro del área y batir a Kameni a la media vuelta (0-1). Guti pudo hacer el segundo poco después, pero Kameni puso la manopla izquierda para enviar el balón a córner. El Espanyol, que hasta entonces había puesto más ganas, aunque idéntico fútbol que su rival, empezaba a estar contra las cuerdas. El guión del encuentro cambió en la jugada siguiente, cuando Cannavaro vio su segunda cartulina amarilla. Quedaban 36 minutos y el Real Madrid perdía al líder de su zaga. Capello sacrificó a Robinho y sacó a Mejía. Valverde apostó por la velocidad de Corominas y el olfato de gol de Pandiani, un especialista en rescatar al Espanyol. El Rifle pudo marcar en un remate que rechazó Casillas, Torrejón en un cabezazo que salió alto y Luis García en un tiro con la zurda. Fueron los mejores minutos del Espanyol, que empezó a creerse que, en superioridad numérica. Con los locales volcados sobre la meta de Casillas y el Madrid buscando el contraataque se llegó al final. Capello, por si acaso, echó mano de Raúl Bravo.