Xabier Zandio, que compartía habitación y dolencia con Pereiro, sobrevive en la carrera. «¿Qué tal?», le preguntó el navarro al corredor de Mos al llegar al hotel. «Muerto», fue la respuesta. «Pues no eres el único», dijo Zandio con una enorme sonrisa.
Ambos se sintieron mal el jueves. Vómitos, mareos, dolor y fiebre. Por la noche, el gallego sólo durmió una hora. No pudo ni cenar ni desayunar al día siguiente. En la salida, en Calahorra, disimuló su estado de salud. «Pensaba que podía coger una pájara y perder varios minutos», dijo el ciclista de Mos en la meta. El Caisse d'Epargne ocultó la enfermedad para evitar ataques de sus adversarios en una etapa peligrosa. Viajaron en la cola del pelotón arropados por los suyos.
Pero al día siguiente, en la crono de Zaragoza, se quedaron solos. Pereiro, muy desmejorado, luchó contra los elementos. Y firmó un puesto digno. Cedió cinco minutos con el ganador y menos de cuatro con respecto a los favoritos tras otra noche de insomnio y después de haber pensado en la retirada por la mañana. La medicación y una siesta matinal le permitieron seguir adelante. «Continuaré porque creo que puedo recuperarme y ayudar a Karpets y Efimkin. Además, empiezo a sentirme mejor», dijo horas después de finalizar la crono.
Líder inesperado
Pero su vuelta acabó ayer. «Es una verdadera pena, había preparado la carrera con mucho mimo», se lamentaba Unzué, consciente de que ahora el Caisse d'Epargne tiene en Efimkin a su jefe de filas inesperado. «Quizás si hubiera habido un día de descanso, Óscar habría tenido margen para recuperarse», se comentaba con tristeza en el equipo. Sin virus en su camino, Pereiro cree que podría haber estado entre los cinco primeros. «Tendría que haber luchado por el podio en Madrid. Pero no me gusta hablar por hablar», manifestó.
«Pero no hay mal que por bien no venga. Llega el Mundial, así que a ver si el seleccionador quiere contar conmigo. Tendré que hacerme un examen médico completo. Está claro que a partir de dos o tres días podré entrenar para ayudar tanto a Alejandro como a Óscar Freire», explicó.
Cree que ahora Menchov es el gran favorito al triunfo final y que Ezequiel Mosquera estuvo impresionante. « Chapeau para él. Hacer tercero en una etapa de la Vuelta no es fácil. Hacer esto y con el equipo de su tierra es muy bonito. A ver si puede estar ahí adelante. Vamos a soñar un poco».