El Madrid pierde en Atenas su pegada

Colpisa

DEPORTES

Los blancos fallan muchas ocasiones ante un Olympiacos sin peligro.

07 nov 2007 . Actualizado a las 03:24 h.

Al Madrid sólo le faltó un gol para completar una faena excelente en el caliente feudo del Olympiacos. Fue superior de cabo a rabo, gozó de innumerables ocasiones, pero esta vez no fue ese equipo matador arriba y sigue con el gafe que le impide ganar en Grecia. Hace mucho tiempo que Iker no vivía una noche tan tranquila. Ni siquiera en el festival madridista de Valencia tuvo menos trabajo. El empate es bueno, deja al equipo en cabeza y con la clasificación encarrilada, pero sabe a poco después de lo visto.

Salió con valentía el equipo de Schuster en un ambiente hostil.

Mostró el aspecto de un equipo en crecimiento, cada vez más convencido de lo que hace. Se apoderó enseguida del balón, tocó bien, se asoció y desactivó a un Olympiacos que no arriesgó más de la cuenta porque en sus cábalas entraba el empate como un resultado más aceptable. Siguen los griegos sin perder en casa este curso y están en condiciones de mantenerse segundos.

El campeón español nunca sufrió en defensa, donde el reaparecido Heinze estuvo notable y formó un buen tándem con Cannavaro, se organizó bien en torno a Gago y llegó mucho, muchísimo. Le faltó esa pegada que tanto le caracteriza y, junto a las manos o pies milagrosos de Casillas, le saca un día sí y otro también de un sinfín de problemas.

No estaba Guti, que se quedó en Madrid por lesión, pero el Madrid no le echó de menos. Le sustituyó Sneijder, más colocado como medio punta que escorado a la derecha. El holandés atesora una calidad enorme, como demostró en un pase soberbio a Van Nistelrooy que acabó en el larguero tras un tiro bombeado del holandés, pero le falta continuidad, perseverancia, más descaro.

Ciertamente, el campeón español pudo dejar la cita sentenciada antes del descanso. Pero Robinho y Sneijder se estrellaron ante el canoso Nikopolidis, el veterano guerrero que conquistó la Eurocopa del 2004, y el brasileño vio como le anulaban una internada letal por un fuera de juego inexistente. Y la madera también jugó a favor del Olympiacos en esa bella acción de Van Nistelrooy y en un rechace a la salida de un córner. Iker sólo tuvo que intervenir para cortar con falta una internada del bullicioso Galletti. Y eso es una gran noticia para el madridismo.

El dominio del Madrid se acentuó tanto en la reanudación que el partido se convirtió en un monólogo. Los griegos se metieron cada vez más atrás, asustados por el poder del rival y ya sin fuelle.

Robinho rompía como quería por la banda derecha y las combinaciones se sucedían pero el gol no llegaba. Nikopolidis se convirtió en un gigante, sobre todo cuando desvió un tiro envenenado de Sneijder.

Pero no había forma de abrir la lata de El Pireo. Ni Saviola lo consiguió.

Olympiacos: Nikopolidis, Pantos, Zewlakow, Julio César (Mendrinos, min. 73), Raúl Bravo (Archubi, min. 52), Galletti, Patsatzoglou, Stoltidis, Djordjevic, Lualua y Kovacevic (Konstantinou, min. 79).

Real Madrid: Casillas, Sergio Ramos, Cannavaro, Heinze, Marcelo, Gago, Diarra, Sneijder, Robinho (Saviola, min. 81), Raúl (Balboa, min. 81) y Van Nistelrooy.

Árbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Mostró amarilla a Casillas, Sergio Ramos, Djordjevic, Stoltidis, Pantos