El español Óscar Freire acaba en octava posición.
22 mar 2008 . Actualizado a las 20:13 h.El suizo Fabian Cancellara, del equipo CSC, se ha impuesto en solitario en la 99 edición de la clásica Milán-San Remo, disputada sobre 298 kilómetros, tras escaparse a falta de un kilómetro para la llegada, que el español Óscar Freire (Rabobank) alcanzó en el octavo puesto.
Cancellara, actual campeón mundial de contrarreloj y reciente vencedor de la Tirreno-Adriático, se escapó de un grupo de unos veinte corredores a poco más de un kilómetro de la meta y ganó la Clasicissima por delante del italiano Filippo Pozzato (Liquigas), segundo a unos cinco segundos. El podio lo completó el belga Philippe Gilbert (Francaise des Jeux).
En el palmarés del suizo ya figuran dos títulos mundiales de contrarreloj, la París-Roubaix del 2006 y el jersey amarillo de líder del Tour en las ediciones de 2004 y 2007. La edición de este año ha sido la más larga de la historia de la Clasicissima. La carrera, disputada bajo unas condiciones meteorológicas más benignas de los que se esperaba, estuvo marcada por una larga escapada del italiano Filippo Savini, el estadounidense William Frischkorn y el letón Raivis Belohvosciks, que viajaron en solitario durante 250 kilómetros desde el 23.
Este trío fue neutralizado a 26 kilómetros de la llegada, en la subida a la Cipressa, en donde el campeón del mundo, el italiano Paolo Bettini, lanzó un ataque, al que respondió el sueco Thomas Lövkvist.
A Bettini y Lövkvist se unieron poco después Rebellin, Axelsson y Savoldelli. Los cinco llegaron a distanciarse del pelotón en alrededor de medio minuto, pero el equipo CSC comenzó a forzar la máquina en favor de Cancellara ante una posible llegada masiva. En el ascenso al mítico Poggio los escapados fueron alcanzados.
En los kilómetros finales se sucedieron los ataques, en las piernas de Bertolini, Rebellin, Gasparotto o Gilbert, lo que causó la ruptura definitiva del pelotón. En la entrada a las calles de San Remo Cancellara respondió a una ataque del español Íñigo Landaluce. El ciclista de Berna, con la meta ya a la vista, enfiló los metros finales como si de una contrarreloj se tratase para lograr el segundo triunfo de un ciclista suizo en la Clasicissima desde el logrado por Erich Maechler hace 21 años.