El Deportivo justificó la venta de Xisco al Newcastle por cinco millones y medio de euros por tratarse de una buena suma y porque, sondeado el agente del jugador, no estaba por la labor de renovar ahora que le quedaban solo dos años de contrato.
El delantero mallorquín ofreció ayer una versión diferente de lo sucedido, y lo hizo durante una rueda de prensa de despedida en Riazor. Xisco explicó que se tanteó la renovación, pero que el Deportivo no tuvo respuesta económica al órdago de los ingleses.
«Lo que pasó es que hubo una oferta muy buena tanto para el club como para mí. Siendo realistas, la verdad es que oportunidades así no se presentan muchas veces y te solucionan la vida. Y se había hablado de renovación, pero está claro que las cantidades no se aproximaban porque era difícil que el Deportivo, y más ahora en la situación en la que está, ni siquiera se pudiera acercar a la oferta del Newcastle. Y hay que mirar adelante y saber que la vida del futbolista se acaba en diez años, y dado que la oferta que se le había hecho al club también agradaba, pues se trató de llegar a un acuerdo».
Incredulidad en el vestuario
Xisco contó que todo sucedió con demasiada rapidez. Tanta que aún le cuesta trabajo asimilar lo que ha pasado. «Estaba convocado para jugar contra el Real Madrid, pero me avisaron de que la operación se podía hacer y me quedé fuera. Después, cuando conté en el vestuario que me iba a la Premier, algunos compañeros me dijeron que si estaba de coña. No se lo creyeron».
El ariete llega ahora a un club con objetivos ambiciosos. «Ellos esperan estar arriba -dijo sin rodeos-. El año pasado no les salió bien y no entraron ni en la UEFA, pero este quieren estar lo más alto posible y ganarlo todo. Se intentará porque es uno de los equipos más fuertes de la competición».
Con todo, es consciente de la dura competencia que va a tener para ser titular en el Newcastle, con arietes de prestigio internacional como Owen o Martins. «La competencia es difícil, sí, pero no me han regalado nunca nada», desafió.
Xisco tuvo palabras de agradecimiento para la ciudad de A Coruña, donde se ha sentido muy bien tratado, y para el Deportivo, al que llegó «siendo un niño, con solo 16 años. Mi madre dice que me he hecho un hombre en el Deportivo», bromeó. Aseguró además que este salto le llega antes de lo que él pensaba y que intentará darlo «sin olvidar» de dónde ha salido. Lamentó únicamente no haber podido despedirse en el campo, aunque entiende la decisión del club de que no jugase contra el Real Madrid para evitar cualquier riesgo.
Lotina y Kevin Keegan
En cuanto al capítulo de entrenadores, Xisco se tomó a broma la posibilidad de haber coincidido con Lotina en su nuevo equipo, ya que el propio técnico desveló esta semana que ha desestimado una oferta importante de las urracas. «No me hubiera importado que estuviese allí. Lotina me ha dado mucha confianza y no tengo ninguna queja de él», admitió.
Más suspicacia despierta lo sucedido con Kevin Keegan, cuya dimisión se ha vinculado en Inglaterra precisamente al fichaje de Xisco. «Sigo sin saber por qué ha pasado todo eso, ya que cada uno dice una cosa diferente. Lo sabré mejor una vez que esté allí y tenga información de primera mano». Reconoció que parece estar «todo un poco revuelto» en el Newcastle con ese asunto.
Xisco no cree que vaya a tener excesivos problemas de adaptación en Inglaterra. Se apoyará en principio en jugadores que hablan castellano, como Jonás Gutiérrez o José Enrique, «pero sobre todo en Coloccini -dijo-, con el que tengo una gran relación desde hace muchos años».