El ciclismo español quiere completar hoy con una victoria en Italia, la casa del campeón del mundo de las dos últimas temporadas, Paolo Bettini, un año mágico. Si un ciclista nacido en España gana el Campeonato del Mundo de fondo en carretera todas las pruebas de mayor prestigio del año habrían caído en manos de corredores del mismo país. El Giro, el Tour, la Vuelta y los Juegos Olímpicos ya se rindieron ante el poderío de los corredores españoles.
El escenario de la batalla será un recorrido de 260 kilómetros, en el que se darán 15 vueltas a un circuito de 17,3 kilómetros que atraviesa el corazón de Varese y que presenta dos subidas, la de Montello, con 1.500 metros al 6,5% de pendiente media, y la de Ronchi, tres kilómetros al 4%, que se corona a mil metros de la meta.
Sobre este exigente trazado se librará un feroz duelo entre Bettini, que aspira a ser el primer hombre en lograr tres título consecutivos, y el español Óscar Freire, que quiere convertirse en el único poseedor de cuatro medallas de oro de la historia. El cántabro puede superar a tres auténticos mitos del deporte de las dos ruedas que también suman tres campeonatos del mundo en su palmarés: el varesino Alfredo Binda, el belga Rik Van Steenbergen y el belga Eddy Merckx. Pero Óscar Freire no estará solo. Alejandro Valverde, ganador de la clasificación ProTour, es también un firme candidato a mejorar el segundo puesto que consiguió en el Mundial de Hamilton en el 2003. Cinco ciclistas españoles debutarán en un Mundial, entre ellos el gallego Ezequiel Mosquera y Alberto Contador.