Es fácil atenerse al resultado en partidos tan flojos como el de ayer, porque es cierto que dentro de tres meses nadie se acordará de cómo se ganó este encuentro y solo contarán los tres puntos. Pero quizá sea necesario, después de tan pírrica victoria frente al Numancia y antes del parón de la Liga, reflexionar sobre las dificultades defensivas que tuvo el Deportivo ante un rival tan inferior y que vienen siendo las mismas que ha mostrado en el arranque de la temporada.
Un inicio de campaña en el que el marcador ha sido el mejor aliado del Dépor, porque ha disimulado la falta de equilibrio defensivo. A excepción del partido contra el Madrid y de la vuelta con el Brann, el equipo coruñés ha reiterado los problemas que llevaron al Valencia a meterle cuatro goles.
El Brann estuvo a punto de marcárselos en Noruega, pero también el Osasuna y el Villarreal pudieron hacer un buen roto. Contra el Mallorca se mereció ganar por la mejoría en ataque, pero las concesiones defensivas en muchas fases fueron similares a las que puso de relieve el Numancia y que pudieron costar puntos. Pero ni el Osasuna, ni el Mallorca ni los sorianos resuelven sus partidos como el Valencia, por suerte.
Las facilidades que encontraron ayer al contragolpe han sido una constante en estos primeros compromisos del Deportivo. De hecho, Lotina ha advertido sobre la necesidad de finalizar los ataques para evitar las contras, en las que el centro del campo se repliega tarde y mal con frecuencia, especialmente cuando no está De Guzmán.
Pero es que tampoco se está defendiendo bien el ataque estático, y esta vez no fue una excepción. La presión que está realizando el equipo, con la salvedad de los 20 primeros minutos en Valencia, es poco intensa y de dudosa solidaridad.
Las ayudas del centro del campo no siempre llegan a tiempo y los rivales están encontrando vías de acceso por las bandas. Ayer fue la de Riki y Filipe la que pasó apuros, y da la sensación de que el brasileño, muy liberado para lucir sus virtudes ofensivas con línea de cinco, tiene dificultades en la contención con la de cuatro, ahora que se han perdido las excelentes ayudas de Coloccini.
Tampoco la línea de zagueros está entonada y los desequilibrios que genera Colotto con extrañas salidas a destiempo y un lío evidente en las permutas afectó ayer a todo el Dépor, con varios jugadores del Numancia solos ante Aranzubia. La falta de contundencia y de rigor en el marcaje hizo daño ante los sorianos, una vez más.