El ex guardameta del Dépor fue el mejor del partido hasta el gol en propia meta
05 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.«Toda mi vida he salido al campo a ganar el partido. Aquel también», aseguraba ayer a La Voz José Francisco Molina. Así se lo reconocieron en todas las crónicas del encuentro. También lo admitió al día siguiente Iñaki Descarga. El ex lateral granota (ahora en Polonia) habla por el móvil con el guardameta cuando arranca la grabación del presunto amaño. Después, inicia la conversación con Julio Romero, presidente del club.
-¿Era Molina?
-Gilipollas, nos ha jodido.
-¿Qué quiere? Estaba cabreao .
-¿ Cabreao porqué? También estaba cabreado yo porque no cogió el balón en el segundo gol. Yo se lo dije: ¿No llegaste al segundo gol, o qué?... 'No me toques los cojones', ah vale, vale.
El segundo gol es un perfecto cabezazo de Gabilondo ante la atenta mirada de la defensa levantinista. Molina reclama ostensiblemente alguien que cubra al donostiarra cuando ve que Etxeberria se cuela por la derecha y va a centrar sin oposición, pero el centrocampista Berson es el más cercano al jugador que remata. No aparecen los centrales, ni tampoco cierra el lateral derecho: Descarga.
Sí había aparecido un central, Óscar Serrano, 16 minutos antes. Pero fue para empujar a su portería un centro de Aduriz cuyo destino final, varios metros más lejos, parecía Ismael Urzaiz. Ahí, en el minuto 60, concluyó la resistencia del ex del Dépor, que había amargado la noche al mencionado Urzaiz, al que sacó hasta seis balones, dos de ellos en paradas impresionantes.
La primera parte había sido un calvario para el guardameta. La defensa concedía remates francos a balón parado y no acertaba con el fuera de juego. Así, primero el espigado delantero centro y luego Yeste se plantaron solos ante Molina, pero no acertaron con la portería.
Descarga le pregunta al portero, en su conversación por el móvil, por «tu amigo el de la banda izquierda». Rubiales, el lateral de esa zona, que ayer definía al arquero como «un buen tío», no tuvo su noche, desbordado por Etxebe, pero acudió una y otra vez al terreno de los centrales, intentando tapar sus huecos.
-¿Va a renovar o qué?
-¿Quién?
-Molina
-No creo.
-Que se vaya a tomar por culo. Gilipollas de la ostia.
Molina se retiró aquel 17 de junio del 2007, pese a tener un año más de contrato con el Levante. Salió «a ganar», como en sus más de 400 encuentros, y fue el mejor. Pero no guarda «un buen recuerdo» del último partido.