El Deportivo pernoctó en Barcelona y salió ayer por la mañana (10.45 horas) del aeropuerto del Prat en dirección a Lavacolla. El temporal empezaba a hacer estragos en Galicia cuando el vuelo, operado por Clickair, despegó del aeródromo catalán. El comandante se dirigió a los pasajeros y les informó de que en Santiago «llovía de forma ligera», pero había «muchísimo viento».
Tras un vuelo tranquilo, con mínimas turbulencias, comenzó el descenso entre nubes hacia el aeródromo compostelano. El viento movía el aparato, pero el piloto consiguió enderezarlo y conducirlo hacia la pista, pero el contacto con esta de la parte delantera del avión resultó muy brusco, y de hecho se escuchó un gran golpe. El avión volvió a remontar ligeramente el vuelo antes de volver a posarse unos segundos después. Tras la larga frenada, todo el pasaje se sumó a una gran ovación de alivio.
No todos los jugadores sufrieron los zarandeos del viento. Lopo se quedó en Barcelona, al contrario que los catalanes Verdú y Cristian, que sí volaron hacia Santiago. Riki viajó tras el partido desde Mallorca a Madrid, ciudad a la que también se desplazó esa noche el presidente del club.