Voeckler burla a los velocistas

Benito Urraburu

DEPORTES

Los abanicos fracturaron el pelotón y Menchov se quedó cortado, aunque después enlazó con el grupo principal

09 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Hace tanto que lo persigo... Y nunca había creído en el triunfo, ni cuando estaba a 300 metros de la meta». Thomas Voeckler alcanzó su sueño en Perpiñán contra todo pronóstico. Fue el único superviviente de la fuga del día que burló a los velocistas. Levantó los brazos con el pelotón y Mark Cavendish al fondo. Había atacado a sus compañeros de aventura, con los que compartió 173 kilómetros, cuando faltaban cuatro para la conclusión. Eso lo salvó. El resto de escapados acabaron siendo engullidos por un pelotón al que dio tiempo Cavendish. Su equipo, el Columbia, calculó mal las fuerzas que le quedaban a Voeckler. Fabian Cancellara mantiene el amarillo, con Lance Armstrong en el mismo tiempo.

El líder tensó la cuerda

La tramontana, un viento que azota toda la zona de Perpiñán con fiereza, volvió a agitar las entrañas del gran grupo, que se estiró para quedarse en un hilo muy fino que llegó a romperse en los sesenta kilómetros finales, El maillot amarillo tensó el grupo. Cancellara se mueve bien con el viento entrando de costado. Solo Denis Menchov se quedó cortado. Aunque fue su compañero Robert Gensink el que no logró enlazar con el pelotón tras sufrir una fractura de radio a causa de una caída. Acabó la etapa a más de nueve minutos del ganador, pero hoy no saldrá.

Por delante avanzaban los escapados, ajenos a los abanicos. Llegaron a tener 9 minutos y 35 segundos de ventaja y estuvieron 173 kilómetros en fuga. Junto a Voeckler se marcharon Geslin, Sapa, Ignatiev y Hutarovich.

Fatiga en el Columbia

El Columbia acumula fatiga preparando finales para Cavendish y ayer lo terminó pagando con una caza infructuosa. Por eso pudo ganar Voeckler, que estropeó el asombroso porcentaje de victorias del británico.

Todos los aspirantes al triunfo en los Campos Elíseos entraron en el primer pelotón. En el Astana no pasó nada. Los nueve componentes del equipo hicieron lo que se esperaba de ellos. El factor sorpresa no parece que vuelva a presentarse en la carrera, no al menos como lo hizo en La Grande-Motte, cuando Armstrong aprovechó un abanico para ejercer de jefe de filas. Johan Bruyneel insiste en que «las cosas están claras entre los corredores desde la primera reunión en Mónaco» y asegura que «Contador y Armstrong son los favoritos para ganar el Tour». Mañana, la primera jornada de montaña, puede empezar a darle o a quitarle la razón al director del Astana.