El Braga, que presume del pasado militar de la ciudad en época romana, es el equipo revelación de Europa gracias a su pleno de victorias en las siete primeras jornadas
05 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.En su busca por el récord de victorias en el inicio de la Liga, al tricampeón Barcelona y al galáctico Real Madrid les ha salido un competidor. Es el líder del campeonato portugués, maneja la pelota con el mismo cariño que cualquiera de ellos y su lema se asienta en cuatro valores fundamentales: raza, ambición, orgullo y talento. El Sporting de Braga (siete victorias en otros tantos partidos) se hace llamar la Legión, en honor al fuerte vínculo de su ciudad natal con el Imperio Romano.
«El espíritu guerrero», otro de sus mantras, impone su ley en la Liga portuguesa y ha barrido del mapa futbolístico a potencias como el Sporting de Lisboa (1-2) y el Oporto (1-0). Precisamente, en esa casa se crió como entrenador el actual técnico del Braga, Domingos Paciência (que en su época de jugador fue el fichaje más caro del Tenerife, unos seis millones de euros en 1997). Después de dirigir al segundo equipo de los Dragôes, llevó las riendas de dos modestos, el Uniâo Leiría y el Académica de Coímbra, con gran éxito de crítica. No es que el Braga sea uno de los grandes, pero es la alternativa histórica a los clubes lusos internacionalmente conocidos.
El Sporting bracarense lleva el sello de Paciência. Con una alineación fija que olvida las rotaciones, es impugnable en defensa (los centrales Moisés y Leone forman la pareja de moda) y goza de una fortaleza mental sin parangón; pero cuando se hace con la pelota la mima como a un bebé. El fútbol de toque heredado de las categorías inferiores del Oporto está llegando a su máxima expresión. El Sporting de Braga ha ganado todos los adeptos del mundo fútbol portugués (salvo los parroquianos de los tres grandes clubes, claro) con su manera de jugar, que logra masacrar a sus adversarios antes incluso de que puedan gozar del tacto del cuero en sus botas.
Alan Silva y Hugo Viana
Dos nombres son claves en el engranaje del equipo. Alan Silva, que anotó ante los tres rivales de mayor entidad: el Sporting de Lisboa, el Oporto y el Os Belenenses; y el valencianista Hugo Viana, que está de prestado, con otros tres goles. Completan la habitual formación el portero Eduardo, Pereira, Evaldo, Vandinho, Mossoró, Paulo César y Meyong. Ninguna estrella mediática.
A pesar de que el tropiezo en la Europa League casi le cuesta el puesto a Domingos Paciência, la racha es incontestable. Mientras el Braga solo ganaba y ganaba, sus ahora rivales directos tropezaban ante equipos teóricamente inferiores. El Sporting de Lisboa pinchó contra Os Belenenses, el Oporto frente al Paços de Ferreira y el Benfica, con el Marítimo de Funchal. La ventaja ahora es más anímica que clasificatoria.
Quintos el año pasado
El año pasado, el ex equipo del guardameta gallego Dani Mallo y del técnico de Poio Fernando Castro Santos terminó quinto en la Liga y en el inicio de esta campaña fue eliminado de la Europa League por el IF Elfsborg sueco. ¿Qué ha cambiado para que ahora arrase en Portugal? Paciência se encerró en el vestuario (cuya edad media ronda los 29 años) y tiró de experiencia. La madurez del plantel es su fuerza. Y ya ha conseguido el mejor arranque de temporada de la historia del club.
Tras la hazaña inicial, los aficionados lusos han señalado en su calendario las fechas de las dos próximas jornadas. Primero, la visita al campo del Río Ave, que no ha perdido aún en Vila do Conde. Después, el duelo estrella, contra el Benfica, segundo clasificado y único rival posible esta temporada. Cuando Domingos llegó a Braga dijo: «Quiero ser mejor que Jorge Jesús (el ex técnico del equipo bracarense que ahora dirige al Benfica en sustitución de Quique Flores)». Ayer, amenazó: «Si les ganamos, podremos luchar por el título».