El Obradoiro Xacobeo Blu:Sens quedó a las puertas de la clasificación para la Copa del Rey al caer por un claro 90-66 en Madrid ante el Estudiantes en la última jornada de la primera vuelta. Ganando tenía opciones y, con esa perspectiva, unos 300 aficionados gallegos cruzaron medio país en pleno temporal para apoyar a su equipo. Pero Estudiantes fue mejor y el sueño no pudo cumplirse.
Los santiagueses fallaron varios lanzamientos cómodos en el comienzo del partido, un desacierto premonitorio de lo que se avecinaba. Muñecas frías que bien podrían achacarse al frío que hacía en el pabellón, sin calefacción pese a las temperaturas bajo cero en el exterior. A quien no pasó factura el frío fue al pívot local Popovic. El Estudiantes se apoyó en sus puntos para una primera escapada en el marcador. Pasados cuatro minutos, Curro Segura se vio obligado a gastar un primer tiempo muerto (10-2). Jackson suplió a Hettsheimer, demasiado contemplativo atrás con Popovic.
Reacción ficticia
En el primer ataque tras el tiempo muerto, Stanic colocó un triple que pareció devolver a los gallegos las constantes vitales. Solo pareció. El problema entonces dejó de ser Popovic y pasó a ser el rebote defensivo. El Obradoiro no consiguió cerrar su aro y Carlos Suárez, el mejor alero reboteador de la competición, le pasó factura. Asefa Estudiantes subió un parcial de 11-0 y acabó abriendo una brecha importante: 26-10 al concluir el primer acto.
El resto del partido ya casi sobró. Estaba claro que no era el día del conjunto de Curro Segura. No es que bajara los brazos, pero no le salía nada.
El segundo cuarto fue algo más equilibrado y en el tercero, en el que los árbitros pitaron un sinfín de faltas personales que llevaron a los locales a la línea de tiros libres, la diferencia en el marcador siguió ensanchándose.
El último cuarto comenzó con 69-44 en el marcador y el Estudiantes pareció conformarse con la victoria sin importarle la diferencia de puntos. Le bastó para entrar en la Copa porque el Fuenlabrada doblegó al Lagun Aro.