El doblete de Ferrari en Bahréin no alteró ninguna costumbre. No hay fiestas organizadas. Cada cual se buscó la cena con sus íntimos. Felipe Massa se marchó al aeropuerto en compañía de su amigo Rubens Barrichello para dirigirse a su casa de Mónaco. Fernando Alonso cenó con unos amigos y su mánager, Luis García Abad, y esperó al día de ayer para tomar el avión en dirección a Melbourne.
El asturiano completará en este arranque de temporada una gira de 28 días. Salió de su casa el 9 de marzo y no regresará hasta el 5 de abril, fecha en la que volverá toda la expedición de Ferrari del circuito de Malasia, la tercera muesca en el calendario del 2010.
Desplazamiento a Melbourne
Hasta las antípodas viajó en un trayecto que se aproxima a las veinte horas en compañía de Alberto, uno de sus amigos de la infancia, que ahora vive en Italia y que suele animar al asturiano en numerosos grandes premios. En Australia tiene previsto encontrarse con su mujer, Raquel del Rosario, habitual espectadora de esta carrera.
En Ferrari, mientras tanto, se hizo un llamamiento a la calma en boca de su jefe, Stéfano Domenicali. El italiano lanzó el mismo mensaje el año pasado, cuando Ferrari deambulaba entre decepción y decepción para firmar el peor arranque de temporada de su historia.
«Solo hemos ganado la primera de las diecinueve carreras que componen el año. Estamos muy felices, evidentemente, y es un inicio de campeonato fantástico, pero yo digo calma, calma y calma», señaló.
Domenicali es un hombre que suele hablar con sensatez. También lo hizo esta vez: «Ahora toca preparar la próxima etapa en Australia, pero manteniendo siempre nuestra identidad: humildad, los pies en la tierra y trabajo. Tenemos por delante una temporada larguísima, donde la fiabilidad será el elemento crucial y donde nos encontraremos con rivales fortísimos».
El jefe de Ferrari quiere enfriar la euforia. Porque ayer los periódicos de todo el mundo encumbraron a Alonso. El diario francés L'Equipe colocó en su portada al piloto y a Alberto Contador para titular: «La marca de los campeones». La Gazzetta dello Sport abrió con un «Rosso Alonso». Y, para Il Corriere della Sera , «vuelve el sueño de Ferrari».