Juega de defensa central en el Santa María del Mar, de Primera categoría local
01 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Melena al viento, luciendo el cuatro en su espalda, de fino toque y trote elegante. Paula Vázquez Herrero (A Coruña, 1995) es la única chica que compite en la Primera categoría cadete (15 y 16 años), una competición que desde siempre ha estado proscrita para las mujeres. «No entiendo el porqué, pero desde siempre ha habido una ley no escrita de no mezclar chicos y chicas a partir de infantiles», lamenta Manu Sánchez, entrenador del Orzán femenino.
Paula es la defensa central titular del Santa María del Mar. «Es muy buena chica, buena estudiante y gran deportista», resume uno de sus técnicos, Tonecho Ramos. «Cuando empezó la temporada hablé con ella para ver qué quería y me dijo: tranquilo, yo aguanto», destaca.
Inteligencia y técnica
El jueves, el Santa María del Mar disputó un partido de liga contra el San Cristóbal. Paula jugó todo el partido a un buen nivel. Sus principales características: inteligencia táctica y exquisito toque de balón. «Es la encargada de sacar todas las faltas en campo propio porque es la que mejor lo hace y la que más fuerte le pega», relata Ramos.
Pese a ser la única chica jugando en la categoría, la defensa del Santa María del Mar destaca la normalidad con la que todo el mundo vive sus participaciones. «Estoy contenta, me tratan muy bien. La verdad es que todos me respetan y me lo paso muy bien jugando con los chicos», destaca la protagonista.
«Todos los chavales la quieren mucho. Lleva jugando con ellos desde los cinco años y es una más», destaca su orgulloso hermano, que el jueves presenció el partido, de pie, detrás del público. «En casa todos estamos muy contentos con ella. Le gusta, se divierte y eso es lo más importante», añade. En la grada, padres, amigos y rivales alaban su valentía. «La verdad es que saca el balón jugado, es buena», la ensalzan.
Ejemplo a seguir
El Santa María del Mar intenta, con el ejemplo de Paula, concienciar a los clubes y educar a los chicos en los valores de igualdad. «Me gusta tener siempre a alguna chica en los equipos. Está claro que en juveniles y cadetes todo se complica porque el fútbol es más físico, pero es importante para enseñarles valores a los chicos», destaca Tonecho.
En este aspecto, Vanesa Hermida, central gallega de un equipo de Superliga femenina, resalta los beneficios de la apuesta de Paula. «A esa edad yo ya no competía en equipos con chicos, pero sí jugaba partidillos. Aprendes muchísimo con ellos. Alabo su valentía porque son bastante brutos a partir de esa edad. Seguro que le saca partido de cara al futuro», resalta.
A la jugadora del Santa María del Mar le gusta practicar la mayoría de deportes, en especial el baloncesto y el voleibol. Aunque todavía no ha pensado por cuál va a decantarse, es probable que próximamente decida dar el salto al fútbol femenino. «Igual para el año cambio, ya se verá, porque también tengo ganas de competir con chicas», señala Paula. Orzán y Victoria siguen sus pasos con atención.
Elija un camino u otro, la defensa está derribando barreras con el simple hecho de jugar a lo que más le gusta, con sus amigos de siempre. El año pasado ya lo habían intentado cuatro chicas con el Orzán en Segunda local. Todo, para intentar acabar con la leyenda de que las chicas no pueden jugar con los chicos al pasar de infantiles.