El US Open pone a tiro de Mickelson el primer puesto mundial, ante un Woods que necesita reivindicarse
17 jun 2010 . Actualizado a las 02:33 h.Redención o castigo, gloria o crisis, ya no hay término medio para Tiger Woods en el US Open que comienza hoy en Pebble Beach ( Canal + Golf, 22.00 ). Después de dos meses irregulares desde su reaparición, el fenómeno de Cypress regresa a uno de los grandes escenarios del golf mundial dispuesto reivindicarse. Agotó ya gran parte de su ventaja en la clasificación mundial, con Phil Mickelson haciéndole sombra como nunca antes hasta ahora, y necesita una actuación definitiva que entierre cualquier debate sobre en qué medida le afecta la crisis matrimonial que propició su retirada provisional del deporte durante el pasado invierno.
La gran obra del año 2000
En la costa californiana de Pebble Beach, uno de los campos más emblemáticos del mundo, dibujó Tiger Woods una de sus grandes obras. Durante cuatro días, el mundo del golf asistió boquiabierto a un espectáculo único. Único porque nunca antes se había visto a un jugador tan inspirado durante tanto tiempo. Durante cuatro días avanzó seguro por el campo, dominó los vientos, achicó a los rivales, en una de las hazañas más memorables de este deporte. Lo dicen los números y todos cuantos lo vivieron. Venció con 15 golpes de ventaja, la mayor diferencia en el siglo y medio de historia de los torneos que componen el Grand Slam. Jamás nadie había demostrado tal superioridad desde el nacimiento en 1860 del Open Británico, el más antiguo de los majors .
Una de las frases que ilustra la realidad paralela en la que se movió Woods hace diez años en el anterior US Open de Pebble Beach se le atribuye a Miguel Ángel Jiménez. Segundo, empatado con Ernie Els, preguntó al personal de la federación estadounidense, que organiza el campeonato: «Perdón, me podría decir cuándo empieza el play off del otro torneo, entre Ernie y yo». El Tigre rugió desde el primer día, encadenando 22 hoyos sin un solo error y cerrando el campeonato, pese a no tener rival, con otras 26 banderas seguidas sin bogeys .
Volvamos al presente. Tiger Woods sigue siendo el más grande deportista del momento. Pero desde su reaparición dio síntomas de debilidad. No en el Masters, donde ofreció momentos sublimes antes de terminar cuarto, pero sí en el Quail Hollow, donde falló el corte , en The Players, donde se retiró por una lesión en el cuello, y en el Memorial de hace dos semanas, cuando terminó decimonoveno.
Las cuentas del cambio
Ganador en el Masters de su cuarto grande, Mickelson, que cumplió ayer los 40, tiene cuatro opciones de arrebatarle a Woods el número uno mundial en Pebble Beach: si levanta la copa como vencedor; si finaliza segundo en solitario y su rival no termina entre los cuatro mejores; si acaba tercero en solitario y Woods no figura entre los 18 primeros, o si empata en la tercera posición y Tiger falla el corte .
Más allá del enfrentamiento Mickelson-Woods, surge una gran oportunidad para un triunfo europeo, el primero desde el de Tony Jacklin en 1970. Aprietan los británicos en el top-ten del ránking mundial, con el norirlandés Rory McIlroy décimo y los ingleses Paul Casey (9), Ian Poulter (8), Luke Donald (6) y, sobre todo, Lee Westwood (3), listos para ajustar cuentas con la historia.
Las condiciones del campo no favorecen las opciones de la referencia española del momento, Álvaro Quirós. La representación nacional la completan Sergio García, Miguel Ángel Jiménez y Rafa Cabrera.