Urreta, con un esguince en la rodilla derecha, podría estar de baja entre tres y seis semanas

La Voz A CORUÑA/LA VOZ.

DEPORTES

21 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El partido dejó una mala noticia para el Deportivo, la lesión de Urreta, uno de los destacados en el inicio de la temporada.

El uruguayo chocó con Arizmendi «y se llevó la peor parte», como dijo el traumatólogo Rafael Arriaza a la conclusión del partido. Sufre un esguince (lesión parcial, precisó el galeno) en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Hoy se le realizarán pruebas. Si la lesión es de grado uno estará de baja tres semanas; si es de grado dos, seis.

También pasará por el hospital Riki, que acabó el partido con en el sóleo de la pierna derecha cargado. «Vamos a hacerle una ecografía para ver si es una contractura o algo más», informó Arriaza sobre la lesión del madrileño.

Antes de ser relevado, Míchel se dolió de la rodilla que ya lo obligó a ser sustituido en el primer partido de Liga. Arriaza recordó que ya se la han realizado pruebas y no se le ha detectado lesión alguna, si bien el jugador «no acaba de estar cómodo». Ayer volvió a sufrir otro pinchazo, «es como si el músculo sufriese un cortocircuito». Si persiste esa molestia, volverá a ser examinado.

Elogio de Guardado al francés

El único jugador del Dépor que pasó por la zona mixta fue el autor de los dos tantos, Andrés Guardado. Elogió a Desmarets: «Nos contagió. Ese disparo desde tres cuartas partes del campo al empezar el segundo tiempo nos animó. Ayudó muchísimo para que le diésemos la vuelta al partido».

El mexicano entiende que el público silbase al finalizar el primer tiempo: «Riazor abroncó con toda la razón, acabamos muy mal, estábamos desordenados, perdíamos muchos pases. Al final convertimos esos pitos en aplausos. En la segunda parte reaccionamos, salimos con otra actitud, y ese es el camino por el que pueden llegar las victorias».

No se fue satisfecho con el resultado: «Tuvimos la victoria, se dieron las condiciones para ello, y por eso nos vamos con mal sabor de boca».

Se mostró satisfecho por la ejecución de los tres penaltis, pues uno de ellos tuvo que repetirlo: «Se me dio bien. La tercera vez jugué un poco con la cabeza del portero, porque le había tirado los dos a su derecha, y cambié a su izquierda».