Helia recibe el afecto del voleibol español tras su lesión

Iván Antelo REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Jugadora gallega del Menorca, equipo de la Superliga femenina de voleibol

13 dic 2010 . Actualizado a las 11:19 h.

No lo está pasando bien, pero Helia ha decidido tomarse con filosofía la lesión más grave de su carrera deportiva. Su espectacular caída cuando se dirigía a hacer un remate en la red y sus gritos de dolor conmocionaron el pasado miércoles a los 1.500 aficionados que abarrotaban el pabellón de deportes de Menorca, para presenciar un partido de competición europea.

Helia González Fernández (A Coruña, 1985) es una emigrante más del deporte gallego. Era la receptora titular del equipo líder de la Superliga femenina, hasta que una tríada se le cruzó en su camino: rotura del ligamento cruzado anterior, del ligamento lateral interno y afectación meniscal. Al menos seis meses de baja, que le hacen despedirse prematuramente del que estaba siendo su mejor año.

Desde que sufrió la espectacular lesión, González no para de recibir muestras de cariño. «Dentro de lo malo siempre hay algo bueno ¿no? Y el club en el que estoy y la gente que me rodea es lo bueno que tengo ahora. Agradezco de corazón todo mensaje, palabra y llamada de apoyo. Estaré bien y sea lo que sea lo que tenga y me hagan, aún queda mucho vóley en mi cuerpo y os vais a enterar cuando me ponga bien», agradece con coraje.

Cuatro días después de aquel lance, Helia intenta sacar una sonrisa a esta dura piedra que la vida ha puesto en su camino. A más de mil kilómetros de su casa, y sin poder hacer lo que más le gusta: jugar al voleibol. «Haré todo lo posible por volver a estar con esa camisa roja haciendo lo que más me gusta», añadió la coruñesa, que todavía se encuentra a la espera de una resonancia magnética que confirme al cien por cien el diagnóstico de su médico.

Conmoción

La jugada que desembocó en la grave lesión de Helia González, tardará mucho tiempo en borrarse de las retinas de los asistentes al duelo de los dieciseisavos de final de la CEV que enfrentaba al Menorca y al Viesti Saló finlandés.

Era el cuarto set, con 2-1 para el equipo español, cuando a Helia se le fue la rodilla izquierda en la caída de un salto. El pabellón enmudeció. Solo se escuchaban sus gritos de dolor, mientras compañeros y rivales se llevaban las manos a la cabeza asustadas por la gravedad del incidente.

Los 1.500 espectadores guardaron un silencio sepulcral mientras se llevaban a la gallega en camilla hacia los vestuarios. El impacto fue tal, que hasta la jueza de línea que presenciaba el choque sufrió un desmayo. La propia colegiada reconoció a la finalización del duelo que había quedado en shock al ver la gravedad de la acción.

Los médicos eran optimistas en un primer momento, e incluso Helia confiaba el jueves en que finalmente todo hubiera quedado en un susto, pero el viernes, tras una nueva exploración, el médico del club emitió un comunicado a través del club revelando la triste noticia.

Este sábado, Helia tenía que haber jugado con su equipo contra el único equipo de su tierra, A Pinguela. Sus compañeros tuvieron un recuerdo y una dedicatoria para la coruñesa en la victoria por 0-3.