A la espera de que mañana jueguen Nadal, Ferrer y García López, Verdasco, Almagro y Robredo ya se han garantizado un puesto en esa ronda.
21 ene 2011 . Actualizado a las 15:21 h.Podrían ser los «tres mosqueteros»: Fernando Verdasco, Nicolás Almagro y Tommy Robredo se escaparon hoy por un rato de la alargada sombra de Rafael Nadal para avanzar a los octavos de final de un Abierto de tenis de Australia cada vez más «español».
«Creo que he hecho muy bien mi juego hoy», celebró Verdasco, número nueve del mundo, que batió al japonés Kei Nishikori por 6-2, 6-4 y 6-3 en dos horas exactas y se medirá el domingo al checo Tomas Berdych por un lugar entre los ocho mejores del torneo.
Horas antes de la victoria en sesión nocturna de Verdasco, Almagro y Robredo se habían asegurado el pase a octavos.
«He venido aquí para hacer grandes cosas», aseguró Almagro, que se medirá en octavos de final al serbio Novak Djokovic tras derrotar al croata Ivan Ljubicic por 6-4, 7-6 (10-8) y 6-3.
«Ahora tengo la oportunidad de enfrentar al mejor de todos los tiempos e intentar vencerlo», dijo Robredo, rival del suizo Roger Federer en la ronda de los últimos 16 gracias a su triunfo de hoy por 5-7, 6-2, 6-4 y 6-2 sobre el ucraniano Sergiy Stakhovsky.
Así, el tenis español tiene la posibilidad de colocar a seis de los suyos entre los 16 mejores del certamen: para eso deberían ganar mañana Nadal, David Ferrer y Guillermo García López.
Ferrer tiene un partido accesible ante el lituano Richard Berankis, un jugador veloz y de tenis compacto que batió el jueves al argentino David Nalbandian.
García López, en cambio, se medirá al finalista del año pasado, el británico Andy Murray, número cinco del mundo. Pese a los progresos de García López en los últimos meses, un triunfo sobre el escocés sería una sensación.
Más sensacional aún sería que el australiano Bernard Tomic ganase su partido de mañana. No porque Tomic no sea a sus 18 años un proyecto de muy buen jugador, sino porque su rival es Nadal.
«Si se trata de jugar con Rafa, estoy dispuesto a hacerlo a las cinco de la mañana y en la cancha 17», aseguró el australiano, que, lejos de jugar en un escenario intrascendente, cerrará la sesión nocturna en el partido estelar del Rod Laver Arena.
«No puedo pedir nada más, es un sueño hecho realidad», añadió Tomic, que como único «aussie» que superó la primera ronda carga sobre sus hombros con todas las esperanzas y frustraciones de la gran nación tenística que es Australia.
Su partido de tercera ronda es más que eso: es la última posibilidad entre los hombres, por este año, de sentirse importantes.
Hace 35 años que un australiano no gana en su casa, Lleyton Hewitt es mucho más pasado que presente y sólo entre las mujeres hay nivel.
«Creo que el partido de mañana es más importante para Tomic que para Rafael», dijo hoy a dpa Toni Nadal, entrenador de un número uno del mundo que tiene puesta la vista mucho más allá del joven rival de mañana.