La salud de Severiano Ballesteros sufre un empeoramiento grave

antonio tomás MADRID / EFE

DEPORTES

07 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El estado neurológico de Severiano Ballesteros ha sufrido un «empeoramiento severo», según informó ayer la familia del ex golfista. En una nota remitida desde Pedreña, los familiares aprovechan la ocasión «para agradecer todos los apoyos» recibidos e indican que serán ellos quienes informarán puntualmente, a través de la web www.seveballesteros.com, sobre la situación del campeón español.

Ballesteros padece dos tumores cerebrales que le fueron descubiertos después de que ingresara en la tarde del 6 de octubre del 2008, tras sufrir sendos desvanecimientos en el aeropuerto de Barajas y en un restaurante de la capital.

Los doctores Isla y Pérez Álvarez, que dirigen el servicio de neurología del Hospital de La Paz, de Madrid, fueron muy claros en su diagnóstico acerca de la enfermedad: tras las pruebas efectuadas, el enfermo presentaba dos tumores malignos, del tamaño de dos pelotas de golf, alojadas en el cerebro.

Una larga lucha

La planta del Hospital de La Paz en donde fue ingresado Severiano Ballesteros pronto se convirtió en un búnker infranqueable. Solamente familiares y amigos íntimos pudieron visitarlo. Ballesteros permaneció 72 días ingresado. Fue intervenido en cuatro ocasiones, a vida o muerte.

El 24 de octubre se procedió a la tercera intervención quirúrgica, que duró unas seis horas y media. En ella se trató de eliminar un edema y restos del tumor. Ballesteros, desde la uci, evolucionó favorablemente, tanto que, según informó el centro médico, se encontraba «consciente», respiraba «espontáneamente» y podía «hablar con sus familiares».

El 18 de noviembre el deportista abandonó la uci y fue trasladado a planta.

El 2 de diciembre, Ballesteros fue sometido a una nueva intervención quirúrgica, la cuarta desde que ingresó en el Hospital de La Paz, con el propósito de realizarle una derivación ventrículo-peritoneal.

La operación tuvo un excelente resultado y la citada derivación, consistente en que determinados fluidos del cerebro pasasen al estómago para su eliminación, sería algo a lo que Ballesteros debería acostumbrarse de por vida. Una semana después de esta cuarta y última intervención, el ex golfista recibió el alta médica y abandonó por su propio pie el hospital.

Severiano Ballesteros se sometió a continuados ciclos de quimioterapia, y posteriormente de radioterapia. También recibió diversas terapias de reeducación, puesto que el deportista perdió gran parte de la sensibilidad y coordinación motriz en el miembro superior izquierdo, la pierna izquierda y vista en el ojo izquierdo, y padece dificultades en el habla.