Contador, amo y señor del Giro

carlos de torres MACUGNAGA / EFE

DEPORTES

28 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El italiano Paolo Tiralongo, del Astana, ha sido el vencedor de la decimoctava etapa del Giro, disputada entre Bergamo y Macugnaga, de 209 kilómetros, por delante de Alberto Contador, quien reforzó el maillot rosa con un ataque final en el que sumó 12 segundos de bonificación. «Contador es un fuera de serie y una persona excepcional». Fue lo primero que dijo Tiralongo, compañero de Contador en el Astana en el 2010, después de que el español no le disputara la etapa y le permitiera estrenar su palmarés a los 33 años.

Contador saltó del grupo de favoritos con uno de sus incontestables cambios de ritmo a falta de 1,5 kilómetros de meta, alcanzó al Purito Rodríguez, cuyo equipo buscó la etapa todo el día con enorme sacrificio, y rebasó a Tiralongo, que marchaba solo desde 6 kilómetros atrás. A la altura de su viejo amigo en las filas del Astana, no lo dejó clavado. El madrileño le invitó a seguir su rueda y cuando estaba la pancarta de llegada a tiro de piedra le cedió el paso. «Contador y yo somos muy amigos», insistía Tiralongo tras un acto de generosidad que Purito no quiso calificar.

Otra demostración

Una nueva y breve demostración de Contador, que aventajó en meta en 3 segundos a Nibali y Gadret, en 6 a Purito y en 8 a Scarponi, por lo que amplió en un puñado de segundos su ventaja en la general. Scarponi (Lampre) le sigue a 5.18 minutos y Vincenzo Nibali (Liquigas) a 5.52. Diferencias cómodas para afrontar la última etapa de montaña con el Colle delle Finestre y final en Sestriere y la cronometrada del domingo en Milán.

En el kilómetro 50 se había formado la escapada del día con Rabottini (Farnese), Bak (HTC) y Pineau (Quick Step). Nadie se movió en el grupo y el retraso llegó a 12 minutos. Entonces el Acqua e Sapone de Garzelli se encargó de reducir diferencias. La diferencia fue cayendo a medida que el Katusha se empeñó en ello, pero Paoolo Tiralongo se rebeló y salió disparado a 6,7 kilómetros de meta. Abrió una pequeña diferencia, sin reacción inmediata en el grupo del jersey rosa. Saltaron Gadret y Purito, a 2,2 de la cima. Tal vez demasiado tarde.

Peligro para el italiano en fuga. De repente, a poco más de 1.500 metros de la llegada, emergió Contador y se marchó sin respuesta de sus rivales. Pasó a Gadret, plantó a Purito y alcanzó a «un gran amigo que iba delante», y cuya victoria le produjo la misma alegría que le hubiese producido al propio líder. «Tiralongo hizo un gran trabajo para que yo ganara el Tour del año pasado». Favores pagados.

Y Purito, quemado.

Hoy se disputa la vigésima etapa entre Verbania y Sestriere, de 242 kilómetros, la última cita con la alta montaña y séptimo final en alto. Dos puertos al final, el Colle de le Finestre, un coloso que incluye 9 kilómetros de carretera de tierra (sterrato) y Sestriere, donde estará instalada la meta.