Agentes e intermediarios manejan los hilos más que muchos presidentes
24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El fútbol, motivo de un sentimiento para millones de hinchas, se aleja cada día más del romanticismo. Transita en permanente contradicción. La crisis es galopante (más de 3.500 millones entre Primera y Segunda División), las deudas a los jugadores se disparan (al menos 40 millones) y una veintena de sociedades anónimas deportivas españolas se han visto abocadas a la Ley Concursal para no descender por impago. Pero los dueños que dan un paso atrás son la excepción. En muchos casos, los hilos del deporte rey no los manejan ni los presidentes, ni los directores deportivos, ni los entrenadores. Ni siquiera, los propios jugadores. Están en manos de representantes que trabajan con dirigentes por afinidad o puro negocio. El futbolista franquicia, tipo Butragueño, Casillas, Puyol o Xavi, ligado a su equipo del alma durante casi toda su carrera, es una especie en extinción. A los representantes les interesa mover el árbol del mercado para que los millones de las comisiones caigan como fruta madura.
El caso del Kun
Virtuosos del balón degeneran en marionetas en manos de sus agentes. Recientemente, Agüero se presentó en el Vicente Calderón con su gente de confianza. Persuadido por la empresa IMG, que también trabaja con Maradona, su suegro, el Kun dio un golpe en la mesa e hizo público su deseo de salir del Atlético, «sin ningún condicionamiento». Quiere irse al Real Madrid, el eterno rival, y se creyó que las negociaciones están muy avanzadas. A día de hoy, sin embargo, la única oferta es la de la Juventus, ni siquiera clasificado para la Champions. Gonzalo Rebasa y Hernán Reguera, sus dos agentes, han roto entre ellos. El primero ya no trabaja para IMG pero el Kun es esclavo de sus palabras. Tendrá que salir pero quizá no en las condiciones ni al destino soñados.
Unas declaraciones de Ernesto Bronzetti, representante italiano y viejo asesor de Florentino Pérez, sobre un acuerdo entre el Real Madrid y el brasileño Neymar, un delantero de solo 19 años al que se compara con Ronaldo, abrieron todas las webs deportivas. Una demostración del poder de la profesión de moda en verano. El número uno del ranking es el portugués Jorge Mendes, un filón junto a Mourinho. No es nada nuevo: a Mijatovic, director deportivo blanco con Ramón Calderón, se le acusó de montar negocios con Zoran Vekic, su alter ego.
Mendes y su gran progresión
Mendes, director de la empresa Gestifute, encarna el sueño de todo comercial americano. Comenzó con la gestión de vallas publicitarias en el Vianense, un club de la Segunda B portuguesa conde jugaba, luego abrió un videoclub y más tarde una discoteca donde conoció a Nunes, portero del Deportivo y de Osasuna, entre otros, que fue su primer representado. Catorce años después, el poder de Mendes en el fútbol es superlativo. Goza de permiso para presenciar los entrenamientos y entrar en el vestuario tras los partidos, terreno vetado el curso pasado para Jorge Valdano.
En cuatro años, el club blanco ha invertido cerca de 200 millones en jugadores representados por este agente. Pepe, Cristiano Ronaldo, Di María, Carvalho y, por supuesto, Mourinho, llegaron con su aval. Y Coentrao está cada día más cerca del Madrid pese a que el Benfica pide entre 25 o 30 millones por este lateral izquierdo joven y el club cuenta para ese puesto con Marcelo, elegido recientemente el mejor de la Liga de Campeones.
La rentabilidad de Mou
Mendes y Mourinho son uña y carne. Allí donde coinciden, los negocios florecen. El técnico confía a pies juntillas en los hombres de su regente. Exigió los fichajes de Carvalho, Paulo Ferreira, Cech y Tiago para el Chelsea, y en el Inter pidió a Motta y Quaresma. Cerca de 150 millones en movimientos.
El Barça, un ejemplo universal de trabajo bien hecho, también muestra su lado opaco. Tras una etapa en un segundo plano, irrumpió de nuevo en el 2007 Josep Maria Orobitg, de la mano de Pep Guardiola, en un claro ejemplo de simbiosis entre representante y representado. El agente catalán, que consiguió en su día los mejores contratos posibles para el futbolista de Santpedor, recuperó un protagonismo en el club azulgrana con la llegada de Guardiola al banquillo del filial y con su ascenso meteórico.
Es indiscutible que el técnico acertó apostando por Sergio Busquets, pero nadie sabrá nunca si hubiera sido tan valiente de no ser un centrocampista representado por Orobitg, que también llevó a su padre, Carlos Busquets, en tiempos del Dream Team de Johan Cruyff. Sus tentáculos se han extendido sobre jugadores del filial que ya han aparecido en el primer equipo como Martín Montoya, Jonathan Soriano, Sergi Roberto, Sergi Gómez, Cristian Tello...
El hermano de Guardiola
Con Orobitg mantiene una buena relación el hermano de Pep Guardiola, Pere, que también se ha hecho un hueco en el mundo de los agentes. Podría decirse que se reparten el pastel, aunque, salvo que se demuestre lo contrario, sus empresas son diferentes. A Pere Guardiola, que trabajaba con Sandro Rosell en el departamento de marketing de Nike, lo fichó Jaume Roures para MBS (Media Base Sports), desde donde lleva la imagen de Iniesta, aunque no su representación. Sí es el agente de los hermanos Alcántara, Thiago y Rafa, y de otras joyas del fútbol base. Un lío. Amigos, hermanos, el dueño de los derechos televisivos... Muchos sospechan que en el Barça algunos se están poniendo las botas, y no precisamente de fútbol, pero los excelentes resultados tapan cualquier crítica.