Nuevas circunstancias, viejos retos

Moncho Fernández

DEPORTES

30 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La selección española de baloncesto afrontará el próximo Campeonato de Europa de selecciones, otra vez, como una de las favoritas para subir al cajón y cómo no, colgarse uno de los metales preciosos, que todos deseamos que sea el oro.

Pero para España el partir como una de las claras favoritas ya no es novedad. Los éxitos a lo que nos tienen acostumbrados la generación del ochenta y compañía son los culpables de ello.

Lo que sí veremos desde el punto de vista técnico y táctico es otra España, un poco diferente a la que estamos acostumbrados en las últimas citas. La retirada del 3 español por excelencia de la última década, Carlos Jiménez, coincidente en el tiempo con la de Jorge Garbajosa, el 4 que le daba sentido táctico en las posiciones perimetrales, ha hecho que Sergio Scariolo proponga para este nuevo grandísimo equipo otro discurso ofensivo.

Si tuviésemos que hacer una disección grosso modo del combinado nacional, por un lado tendríamos la dirección del equipo en las manos de Calderón como presumible titular, y con Ricky Rubio y Víctor Sada saliendo desde el banco [merecidísima la presencia de este último por su excepcional temporada en la ACB y por la polivalencia y complementariedad con los otros dos], el perímetro, formado por escoltas- aleros con virtudes muy destacadas, como su capacidad de anotación de larga distancia, celeridad y precisión en el juego a toda pista, así como en el de bloqueos directos e indirectos y capacidad de pase, y cómo no, un juego interior en el que los hermanos Gasol, Felipe Reyes e Ibaka serán una pesadilla para cualquier rival en las proximidades de la pintura. Aunque todos tienen talento para anotar desde la media distancia e, incluso, más allá si así lo requiere el guion. Víctor Claver será el hombre bisagra y, aunque con su equipo siempre juegue en el 3 por lo visto hasta ahora en los partidos de preparación, ocupará la posición de 4 abierto, lo que le dará mayor polivalencia ofensiva a la selección, cuando así lo necesitasen.

Esta tipología de plantilla, con exteriores muy perimetrales y pívots de clara vocación interior no es nueva para nuestro seleccionador. Con el Real Madrid de Djordjevic, los Angulo, Herreros, Gnad, Meek, Scott y compañía fue capaz de ganar la Liga ACB en su primer año al frente del equipo blanco, en donde el 4 tirador y el 3 capaz de postear no eran protagonistas fundamentales en su esquema táctico.

Estoy convencido, y además lo deseo de corazón, que el técnico italiano al frente de esta pléyade de estrellas sume otro éxito a su currículo, que lo será de todos aquellos que disfrutamos y amamos el baloncesto. Con el permiso de Lituania, Turquía, y las mermadas aunque siempre peligrosas Francia y Grecia, nuestra selección nos hará disfrutar otra vez. ¡Suerte, España!