Una semifinal impecable coloca a Natalia Rodríguez como favorita

redacción / la voz

DEPORTES

31 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Natalia Rodríguez alimenta el sueño de evitar el cero español en el medallero. La tarraconense será la única española en la final del 1.500 femenino después de marcar el mejor tiempo en las semifinales y de dominar su serie con tanta maestría y tanta superioridad que hasta se dejó llevar en la última recta. No estará a su lado la campeona de Europa, porque Nuria Fernández entró sexta en su serie y le faltaron 50 centésimas para que fuese repescada por tiempos.

Natalia puede estar viviendo la antesala de la venganza. En Berlín una descalificación la privó de un oro que había ganado y en Daegu ha dado dos pasos de gigante para demostrar que es la gran favorito al triunfo en el 1.500. Si en la serie previa transmitió potencia, en la semifinal disparó su cotización gobernando la carrera a su antojo. Primero economizando a cola de pelotón, después remontando hasta la tercera plaza saltando a las calles centrales y para rematar la faena colocándose en la primera posición y frenándose literalmente camino de la línea de meta, en donde marcó un registro de 4m 07s 88d.

Nuria Fernández, que afrontó el mundial con el menisco roto, nunca estuvo estuvo cómoda en la primera semifinal. Perdida en el centro del grupo, intentó aprovechar su final escalando por la cuerda, pero tan solo pudo alcanzar el sexto lugar cuando eran cinco las que se clasificaban por puestos.

El triplete masculino

El 1.500 masculino comenzó con buen pie su periplo asiático. Higuero, Olmedo y Diego Ruiz pasaron la primera criba. Los dos últimos se clasificaron por puestos mientras el veterano burgalés lo hizo en la repesca por tiempos. Manuel Olmedo, campeón de Europa de pista cubierta, es otra de las contadas esperanzas españolas.

Pestano y la presión

Mario Pestano es un reloj. Siempre ilusiona en la calificación y cae víctima de la presión en la final. En la madrugada del pasado lunes hizo un guiño a la ilusión con un lanzamiento por encima de los 65 metros en la calificación, pero llegado el momento de la verdad se quedó en 63 redondos y se quedó lejos de la mejora. Fue undécimo. Solo con lanzar su mejor marca en cada una de las últimas cinco temporadas hubiese entrado en el podio, algo que suena a quimera a nivel internacional. Ni la capitanía le ha dado confianza.