La génesis de una leyenda

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido VILAGARCÍA

DEPORTES

Los «júniors de oro» iniciaron su camino hacia el éxito en Vilagarcía

20 sep 2011 . Actualizado a las 17:29 h.

Sucedió en en el verano de 1998. Hace ya trece años. Solo con echar un vistazo a las imágenes superiores se puede comprobar que había más granos de acné que músculos de gimnasio en los cuerpos de esos muchachos que corrían por la playa arousana de A Compostela. Llegaron a Vilagarcía en pleno proceso de formación, Baloncestístico y personal, dos aspectos indisolubles en esta generación.

Victoria en Manheim

Todavía no acaparaban las portadas de los periódicos, pero ya habían dado muestras de su calidad apenas unas semanas antes en el prestigioso torneo de Manheim. Vilagarcía fue el siguiente destino, el último antes de partir hacia Bulgaria. Allí se disputó el Campeonato de Europa y en tierras búlgaras llegó el primer gran éxito de esa generación. Ganaron en la final a la Grecia de Fotsis, contra la que habían caído en el memorial Miguel Ares júnior. La de 1998 fue la primera edición de ese torneo en recuerdo de Michi y la presencia de aquellas cuatro selecciones (España, Grecia, Francia -con Tony Parker en sus filas- y Portugal) sirvió para terminar de convencer al entonces alcalde Javier Gago de la necesidad de colocar el parqué en el pabellón de Fontecarmoa.

En aquel equipo estaban Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Felipe Reyes, Raúl López o Carlos Cabezas. Pau Gasol, que sí había jugado en Manheim, se cayó de la lista para Vilagarcía. Su rol en aquel equipo era secundario; Felipe, Germán Gabriel y Antonio Bueno eran los que marcaban la pauta en la pintura de la selección júnior.

El título ganado en Bulgaria parecía ya el punto álgido de esa generación, pero fue solamente el punto de partida. Al año siguiente, en Lisboa, aquella inolvidable final del Mundial júnior contra Estados Unidos comenzó a forjar la historia de una generación de leyenda, cuyos siguientes capítulos son ya mucho más conocidos pero con una génesis en la que las tierras vilagarcianas tuvieron una importante cuota de protagonismo.

Del baloncesto al tenis

El memorial Miguel Ares júnior continuó con el baloncesto como protagonista durante dos ediciones más. En la tercera, un desencuentro con la federación española derivó en el cambio al tenis -la otra pasión de Michi- con distintos torneos de un nivel más que interesante.