La inteligencia de un líder

Fernando Rey Tapias REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

04 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Sobre la pista, el mejor con una abismal diferencia fue David Nalbandian. Juega con clase y temple, tiene capacidad de liderazgo, un repertorio completo y toma decisiones con acierto. Es quizá uno de los tenistas más inteligentes en la pista de su generación. A su lado tuvo un correcto acompañante en Schwank. Enfrente, una pareja ya desnortada.

Nalbandian llevó el peso acompañado por un compañero que se sabe inferior y lo siguió haciéndole caso en todo. Discreto en individuales, Schwank tiene una cierta experiencia como doblista y cumplió con su papel. En el doble dos cualidades resultan imprescindibles: la regularidad y la inteligencia. Eduardo aportó la primera y David la segunda. No son una pareja del otro mundo, pero su superioridad resultó incuestionable.

Sin ideas

Los españoles juegan demasiado a base de impulsos, ansiosos, sin temple y sin táctica preconcebida. Creo que ni Verdasco ni Feliciano tienen mentalidad de líder. Por eso, pese a sus cualidades, en sus carreras les ha faltado ese temple para explotar sus recursos. No juegan ni con inteligencia ni con equilibrio. Y eso en dobles se paga. Si no tienes las ideas clara, se nota aún más que en individual.

A España le conviene buscar relevo en el doble. Feliciano y Verdasco hacen grupo, pero en el aspecto tenístico Granollers pide paso. Desde la época de Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, falta una pareja estable. En nuestro país, de hecho, no hay apenas jugadores que se dediquen a competir con regularidad en dobles, empezando por Nadal y Ferrer.

Hoy afrontamos una jornada apasionante, con los españoles como favoritos. Del Potro sería más peligroso en pista rápida. El argentino necesitaría salir descaradamente al ataque, que le saliese todo y que lo pudiese mantener. Porque Nadal, espléndido, no tuvo fisuras el viernes. Luego Nalbandian es un auténtico peligro para el quinto punto.

Al hilo de la final, me gustaría hacer una reflexión sobre la injusta valoración en Galicia de la carrera de Óscar Burrieza. El lucense tiene victorias sobre dos de los cuatro jugadores que había ayer en pista en La Cartuja, Feliciano López y David Nalbandian, y perdió un partido muy ajustado ante Schwank en el Masters de Madrid cuando ya estaba casi retirado. Ganó encuentros ante rivales de primerísima línea, a números uno como Marat Safin, y tuvo match ball ante Kafelnikov. Solo las lesiones le impidieron plasmar su verdadero nivel. Me parece justo recordarlo.