El finlandés marca el mejor tiempo en los primeros ensayos de Jerez
07 feb 2012 . Actualizado a las 22:37 h.El mismo tono de voz bajo, la misma dicción displicente y desarticulada, los mismos mechones rubios sobresaliendo por la gorra, la misma mirada azul congelante. Nada parece haber cambiado en el retorno a la Fórmula 1 del finlandés Kimi Raikkonen. ¿O sí? Lotus, que le ha hecho regresar a la máxima categoría, está encantado de momento con lo que está aportando el finlandés, que estrenó en Jerez el nuevo bólido de la escudería con el mejor tiempo del día.
«El coche funcionó muy bien y estoy bastante feliz con cómo fue todo. Las sensaciones son buenas», dijo restando importancia al dato. Iceman es el apodo del poco expansivo piloto y la etiqueta que usa en twitter el equipo con la intención de convertirlo en tema de tendencia a lo largo de la temporada. A sus 32 años, Lotus confía en él para volver a los tiempos de gloria del 2005 y el 2006, cuando la escudería ganó los títulos con Fernando Alonso, entonces con el nombre de Renault.
«Viene con el compromiso de ganar y sabe lo que quiere», asegura sobre él Eric Boullier, responsable del equipo, convencido de lo que aporta tener a un campeón del mundo. En el 2007 Raikkonen logró el título con Ferrari. Dos años después, salió de la Fórmula 1 asqueado de un mundo con el que ya no disfrutaba. Buscó nuevas motivaciones en el rally, en la pura competición, alejado de todo lo que rodea a la Fórmula 1 y que detesta sin disimulo. «Será un ingrediente vital para ir hacia delante», afirma Gerard López, presidente de la escudería, sobre el finlandés, que se muestra algo más dinámico y parece traslucir ilusión.
El lunes en Jerez se vio sonreír a Raikkonen al destapar la sábana del nuevo Lotus E20, el mismo día en el que se cumplía un año del grave accidente del polaco Robert Kubica, el piloto llamado a liderar al equipo y que desde entonces se mantiene fuera de las pistas tratando de recuperar su mano derecha. El finlandés asegura haber recuperado el hambre y parece soportar mejor lo que lleva aparejado ser piloto de Fórmula 1. «La Fórmula 1 es donde toda la gente quiere estar», musita pese a que durante dos años él no quiso formar parte de ella.
«Hambre» es la palabra clave con la que justifica su regreso. Coincide con la que ha elegido Lotus para presentar su nuevo proyecto. «La presencia de Kimi nos aporta ambición y responsabilidad. Es diferente trabajar con un campeón del mundo. Quiere ganar de nuevo y compartimos esa ambición», afirma Boullier. El finlandés será uno de los seis campeones del mundo que habrá en la parrilla en el 2012, dato que le deja frío. El 18 de marzo disputará su Gran Premio número 157. De los anteriores ganó 18. «No espero que las cosas sean muy diferentes», compara la Fórmula 1 del 2009 y la del 2012 tras haber entrenado especialmente el cuello en pretemporada.