El valenciano venció por 6-1, 4-6, 7-6, 4-6 y 6-4 al kazajo Kukushkin en un complicado duelo
10 feb 2012 . Actualizado a las 21:54 h.La magia de la Copa Davis se apoderó de Juan Carlos Ferrero este viernes en Oviedo. Con problemas físicos, con un tenista enfrente inspiradísimo con su derecha y un ambiente mucho más gélido de lo normal en el Palacio de Deportes de la capital asturiana para una eliminatoria de estas características, el exnúmero uno del mundo cerró por 6-1, 4-6, 7-6, 4-6 y 6-4 un partido maratoniano que adelantó a España en la confrontación que le mide a Kazajistán.
Tras cuatro horas y 28 minutos de encuentro, el de Onteniente admitió haber sufrido más de lo que esperaba ante Kukushkin: «A priori era un partido que todo el mundo pensaba que era el más fácil. Yo he acusado tener que correr todo el tiempo pero con calma he intentado mantenerme entero en el partido». «Estos partidos son muy largos y muy duros. No pensaba que iba a ser tan duro. Me ha sorprendido con su derecha y me ha costado. Pero es un punto que sabe a gloria», confesó el tenista español.
Ferrero, un jugador que se ha doctorado a lo largo de su carrera sobre la tierra batida de medio mundo, impuso su ley en el primer parcial.
La lucha desde el fondo de la pista era bastante igualada, pero los errores no forzados del kazajo, unidos a la experiencia y el buen hacer del de Onteniente en los momentos clave, fueron decisivos.
El español había conseguido imponer su guión: muchos primeros servicios, tiros muy profundos y puntos largos; había llevado el partido ante Kukushkin, un jugador de pista rápida, al esquema clásico de tierra batida. El juego agresivo y plano del kazajo, que cometió 22 errores no forzados en los siete primeros juegos, chocaba con Ferrero, una pared para su rival, y con el polvo de ladrillo de Oviedo.
Sin embargo, Kukushkin fue poco a poco ganando terreno en la pista y haciendo más daño con su poderosa derecha. Al tiempo que el número 61 del mundo iba conectando sus tiros más cerca de la línea de fondo, el español retrocedía. Con un 'drive' perfectamente engrasado, que hería sin cesar el juego del español, y mucho mejor adaptado al juego sobre tierra batida el kazajo cerró la segunda manga y se colocó con 4-0 a su favor en el tercer set.
El tercer set, clave para Ferrero
El exnúmero uno del mundo parecía noqueado. El kazajo, absoluto dominador desde todos los rincones de la pista, jugaba a placer. Su derecha corría endiabladamente y sometía una y otra vez a Ferrero. Pero el español, un guerrero del tenis, no se dio por vencido. Es más, resucitó en un set que parecía tener perdido. Levantó un 4-2 y 40-15 en contra. Superó unas molestias en su muslo derecho que le hicieron peligrar su partido y se hizo con una manga que media hora antes parecía imposible de conseguir.
«Ganar el tercer set creo que ha sido clave para ganar el partido», admitió Ferrero al concluir el choque.
Ferrero tenía lo que quería. Sin embargo Kukushkin, lejos de darse por vencido, siguió peleando cada bola. Continuó empujando con su 'drive' y consiguió lo que quería: llevar el encuentro al quinto set. Además, el jugador del este rompió el servicio del valenciano rápidamente en la última manga. Pero era el día de Juan Carlos Ferrero, del tenista que dio la primera Copa Davis a España hace más de una década. Consiguió levantar ese 'break' inicial, aumentó sus prestaciones y cerró un primer punto fundamental para el equipo español. «Ha sido un partido tremendo», sentenciaba el nuevo capitán español, Alex Corretja.