El jugador joven con mayor potencial ya es el nuevo número uno. Desde hacía tiempo, veíamos venir a Rory McIlroy como el golfista con más posibilidades de triunfar en el futuro y de servir como relevo de Tiger Woods.
McIlroy maduró como jugador. Ganar como ganó en el US Open fue algo fantástico. Confieso que no solo me cae bien por su forma de actuar en el campo, sino también por cómo juega, algo bueno para los jóvenes. Compite con naturalidad y personalidad, sin las ataduras técnicas que se aprecian en otros tantos jóvenes que buscan una perfección mecánica.
McIlroy juega de una forma muy natural, y da gusto verlo. Domina además todas las facetas del juego. Mueve la bola con facilidad tanto de derecha a izquierda como de izquierda a derecha, y es capaz de pegarle alta o baja. Entre los jóvenes, es el más parecido a Severiano Ballesteros, aunque Severiano transmitía todavía más que él a su edad.
¿Quién puede hacer frente en el futuro a McIlroy? Veo muy bien a Tiger Woods. Completó una última vuelta escandalosa de 62 golpes en un campo difícil. Y me gustó una reflexión suya reciente. Indicó que vuelve a pensar en uno de los consejos que le dio su padre cuando era niño, que lo básico es colocarse bien ante la bola y ejecutar el golpe sin pensar tanto en la técnica.
En mi opinión, en los últimos tiempos Tiger Woods estuvo demasiado obsesionado con aspectos técnicos del juego y no con pegarle y dominar la bola. Ese cambio puede ayudarlo a volver a ganar. Con 36 años, tiene edad para jugar entre cinco y ocho temporadas más a un buen nivel. Lo comentó estos días Jack Nicklaus: a Tiger lo ayuda el hecho de competir con un material que permite jugar más tiempo que antes. Al margen de Woods, durante los próximos meses Sergio García, Lee Westwood y Keegan Bradley pueden ser rivales duros para el nuevo número uno del golf mundial.