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Dice adiós a los Juegos tras romperese el ligamento cruzado anterior
14 mar 2012 . Actualizado a las 18:31 h.El base español de los Minnesota Timberwolves Ricky Rubio despertó ayer del sueño en el que se había sumergido con su llegada a la NBA, donde iba camino de convertirse en el mejor novato del año. Los peores pronósticos se cumplieron y la resonancia magnética que le practicaron los médicos del equipo confirmó que sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Estará alejado de las pistas entre seis y nueve meses. Dice adiós a la temporada y probablemente se perderá los Juegos Olímpicos de Londres.
La lesión se produjo tras un encontronazo con Kobe Bryant en los últimos segundos del partido que los Timberwolves y los Lakers disputaron en la madrugada del viernes al sábado en Minnesota y que terminó con la ajustada victoria de los visitantes por 102-105. En un lance fortuito, las rodillas de los dos jugadores se golpearon y Ricky Rubio fue el peor parado. Acabó tendido en el parqué con ostensibles muestras de dolor. De hecho, abandonó la pista ayudado por varios miembros de su equipo.
La preocupación inicial
Tras el encuentro, fuentes cercanas al conjunto que dirige Rick Adelman ya expresaban su preocupación por el alcance de la lesión del internacional español. Todo apuntaba a que podría tener roto el ligamento cruzado anterior con lo que, si se confirmaban los peores presagios, diría adiós a la temporada. Pero fue ayer cuando el español visitó un centro médico en el que le realizaron una resonancia magnética donde el diagnóstico se hizo evidente. La prueba le reveló lo que no quería escuchar, le ratificó que su año dorado había terminado en el infierno.
Después de conocerse la noticia, las muestras de apoyo al brillante base se multiplicaron por las redes sociales. «Mucho ánimo a mi amigo y compañero Ricky Rubio después de conocer el resultado de las pruebas. Ahora mucha paciencia y apoyo de todos», escribía Pau Gasol en su Twitter. «Muchísimo ánimo a Ricky...», recalcaba Rudy Fernández. Por su parte, la prensa especializada en Estados Unidos ya analizaba cómo iba a afectar a los sorprendentes Timberwolves de Adelman la ausencia de su jugador más espectacular. Incluso aludían a la posibilidad de que Minnesota intentase la incorporación de otro base para paliar la baja de quien ya se había convertido en su director de orquesta, en la pieza que marcaba el ritmo al resto de la formación.
Y es que a Ricky Rubio le costó muy poco adaptarse a la NBA. La defensa individual, un juego con más espacios y el foco hacia el virtuosismo favorecen al jugador español. Hasta tal punto se integró en su nuevo equipo, los Minnesota Timberwolves, que se ha convertido con 8.2 asistencias por encuentro en uno de los grandes pasadores de la mejor liga del mundo. Y lo que quizás es más significativo, el público adora su capacidad para encontrar huecos imposibles. En un país donde el espectáculo es lo primero, Rubio es un activo de peso para cualquier franquicia.
Una carrera en entredicho
Sin embargo, esta grave lesión podría frenar la efervescente carrera de Rubio que no ha dejado de crecer desde que se decidió a dar el salto a América. De hecho, este duro golpe para el deportista catalán llegó en un partido donde exhibió de nuevo el brillo que lo ha encumbrado como una de las sensaciones del año. Firmó un nuevo doble-doble con 15 puntos y 10 asistencias. Recuperó el acierto anotador que había perdido en las últimas jornadas y que habían distinguido su juego del que protagonizaba en Europa, donde le costaba más engordar sus cifras ofensivas.
El tiempo dirá si Rubio logrará volver a la maravillosa senda que un golpe fortuito le arrebató en la madrugada del sábado.