El Caja Laboral estrena pabellón con un sufrido triunfo ante el Madrid

vitoria / efe

DEPORTES

Al nuevo Buesa Arena asistieron 15.504 espectadores, la mayor asistencia de la historia en la Liga Endesa

10 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Caja Laboral logró un ajustado y sufrido triunfo ante el Real Madrid (67-66), en el estreno del nuevo Buesa Arena ante 15.504 espectadores, la mayor asistencia de la historia a un partido de la Liga Endesa. El triunfo, que aferra a los vitorianos a la pelea por la segunda posición y deja al Madrid a dos triunfos del Barcelona, no estuvo exento de sufrimiento hasta los segundos finales, cuando Sergio Llull tuvo dos balones que pudieron haber dado el triunfo al Madrid. Llull se la jugó primero con una entrada a canasta en la penúltima acción y, con solo ocho décimas, el aro repelió el último intento de canasta del escolta madridista.

Los locales plasmaron en la pista la táctica de no dejar jugar al Real Madrid a su velocidad habitual. Así consiguieron su máxima renta (24-12, min 14), pero emergieron Rodríguez, Mirotic y Velickovic para aupar a los visitantes, que, en tres minutos, se situaron a solo cuatro puntos: 28-24. Teletovic devolvió la tranquilidad al Caja Laboral antes del descanso (34-26).

Igualdad e intensidad

El Madrid mudó su aspecto tras el descanso y en los primeros seis minutos endosaron un parcial de 17-8 que remató Suárez con un triple que devolvió de nuevo la ventaja (42-43) al Madrid. Los blancos recuperaron el acierto y con el dominio del rebote sometieron en el cuarto con un 24-14 a un Caja Laboral que careció de fluidez en ataque.

Con dos puntos de ventaja, 48-50, encaró el Real Madrid el período definitivo que arrancó con un intercambio de canastas del que se beneficiaron los locales (61-54), pero dos triples de Singler y Llull dilapidaron la renta (61-60). A partir de ahí, emoción y errores. En el último minuto ya no se movería el marcador. Suárez erró un triple y lo mismo hizo Oleson, dejando los últimos veinte segundos al Madrid, que se jugó el triunfo con una bandeja de Llull -máximo anotador del encuentro con 16 puntos- y un alley-hoop que repelió el aro.