El pasado fin de semana comenzó el Campeonato de Galicia de ralis de asfalto. El lucense Pedro Burgo, actual campeón, compitió a los mandos de un Ford Sierra Cosworth facilitado por su patrocinador, Cafés Candelas. Logró la cuarta plaza.
«A nivel de pilotaje es más divertido. Y no está nada mal acabar cuarto», explica Burgo. Un coche de los años 80 («en aquel tiempo era la referencia de este mundillo», recuerda), con casi 300 caballos lanzados desde el eje trasero. «Funcionó muy bien. Lleva un cambio en H, no como los actuales, no hay control de tracción... Cambia mucho, sobre todo a nivel de bastidor, pero se comportó muy bien», asegura. Era la segunda vez que se ponía en carrera a los mandos de una máquina de propulsión.
Dudas sobre el futuro
Pedro Burgo aún no sabe si podrá completar el Campeonato de Galicia. «Aún no cuento con un programa definido», reconoce. Tiene a la venta el Focus con el que ganó el año pasado. «A ver que aparece. La crisis es grande, pero confío en seguir», afirma.