La mayoría de deportistas y responsables de deportistas realizan bien su trabajo y no caen en la trampa de utilizar sustancias ilegales para aumentar el rendimiento. Sin embargo, en estos últimos 20 años vimos como algunos deportistas y su entorno se dedicaron a hacer trampa utilizando sustancias ilegales. Algunos compraban dichas sustancias en Andorra o por Internet y se las administraban ellos solos, pero también se buscaba a los dopadores (preparadores, masajistas, médicos, farmacéuticos). Las ganas de obtener fama en el deporte y una codicia económica imparable, crearon personajes como el de Eufemiano Fuentes que pasó de ginecólogo a médico de equipo ciclista y de algún club de fútbol, cobrando una millonada.
En algunos equipos ciclistas y clubes de fútbol esto no se veía mal (¿quién le dice a algún presidente o entrenador o deportista que es ilegal ponerte algo que te puede ayudar a ganar una carrera, o una liga o una copa?). Algunos clubes ciclistas, o de fútbol y hasta hospitales privados, tenemos fundadas sospechas de que permitieron que se dopara a deportistas en sus instalaciones (con epo, hormona de crecimiento,... , o creatina o hierro por vía endovenosa). Los «tontos» eran los médicos que no prescribíamos sustancias ilegales y los deportistas que no las consumían. Algunos encargados de la lucha antidopaje miraban para otro lado cuando el esquiador «Juanito» Mühlegg fue sancionado por dopaje y pasó a llamársele Johann, o cuando la Federación Española de Atletismo trabajó con Eufemiano, o cuando algunos positivos en el fútbol (de clubes intocables) se pudieron quedar «en los cajones» de la Comisión Antidopaje de la Federación.
Para colmo de males, el Laboratorio antidopaje de Madrid se negó a cumplir algunas normas de la AMA hasta hace pocos años (por eso y otros motivos no nos concedieron los Juegos de Madrid 2012, con Lizavesky, Gallardón y sus «forrados» colaboradores en fuera de juego). Este laboratorio acaba de ser clausurado durante tres meses por la propia AMA, al cometer un error garrafal en la identificación y comunicación de un caso de dopaje. Algunos ya dijimos hace años que no funcionaba bien. La mayoría de la prensa también miró para otro lado cuando los éxitos del deporte español se empañaban con algún caso de dopaje (la culpa la tienen los franceses que «son unos envidiosos») y sin embargo si el dopado pertenece a un club «de provincias» la prensa de Madrid se ceba contra el deportista y el club (recordemos a Giovanella).
El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, cuando apareció el caso de Contador, en vez de estar en su sitio (neutral), le apoyó como un aficionado, y sin embargo el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) sancionó al ciclista. Sobre la justicia española ¡qué decir!. Mientras la italiana, francesa y americana quieren nombres de deportistas de la operación Puerto, la jueza del caso le pide a Eufemiano Fuentes que no le dé más ¡Así nos fue y así nos va en la lucha antidopaje! Ahora no vale generalizar («todos se dopaban») y a la vez dejar sin sancionar a los culpables ¡No cometamos siempre los mismos errores!