El Obradoiro se enreda ante el Joventut

M.G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Mónica Ferreirós

Oliver completó la reacción badalonesa en un gran último cuarto

21 abr 2013 . Actualizado a las 23:27 h.

El Obradoiro Blusens Monbus tropezó contra el Joventut en un partido en el que empezó lanzado y acabó atascado. Ese fue el gran mérito de los verdinegros, que aguantaron el tirón del arranque, le fueron dando la vuelta a la contienda y cuando tuvieron que apuntillar lo hicieron, a pesar de la postrera reacción de raza del colectivo de Moncho Fernández. Sigue en zona de play off, pero se aprieta la lucha.

Probablemente al Obradoiro le interesaba más un partido áspero, pero empezó con tanto vértigo que los dos equipos optaron por pisar a fondo el acelerador y en esa vorágine se maneja mejor el Joventut. Pese a todo, en el primer cuarto cedió una renta de ocho puntos porque Andrés Rodríguez no tiene problema en jugar en sexta y porque Salah Mejri mandó en los dos aros, con doce puntos y mucha intimidación. Al colectivo santiagués solo le faltaron un par de triples de Kendall, liberados, para haber abierto una brecha mayor.

En el segundo acto Moncho Fernández optó por dar descanso al pívot tunecino y el rival lo aprovechó para cargar más el juego interior y empezar a recortar distancias. El Obra solo encontraba respuesta en los triples, pero con eso no bastaba para aguantar el tirón. Y los catalanes se fueron acercando, hasta que volvió Mejri a la pista. Con él el equipo cerró mejor el rebote. Pero seguía sin anotar puntos cerca del aro. Y, al filo del descanso, Mejri cometió dos faltas en la misma jugada, muy protestadas por el público, la segunda antideportiva. En la entrada de Oliver hacia el aro, el árbitro pitó. Y el pívot en lugar de desentenderse y esperar si era canasta y adicional, volvió a penalizar y recibió una antideportiva. Fueron cuatro tiros libres que dejaron el marcador al descanso en 45-44, porque todo lo que pasó a partir de ahí fue agua.

De vuelta del tiempo intermedio el partido volvió a las constantes del primer cuarto, con la conexión Andrés-Mejri haciendo mucho daño. El problema es que hacia el minuto veinticinco el equipo entró en un agujero negro, dejó de producir y el Joventut, a lomos de la inspiración de Quezada consiguió darle la vuelta a la tortilla: 53-60 para encarar el último cuarto.

El Obradoiro dio vida a su adversario, y cuando quiso apretarle de nuevo las clavijas se encontró con que ya estaba lanzado. Es un equipo que combina juventud y veteranía, con talento cultivado en la cantera verdinegra. Y si el talento entra en el cauce, la cosa se complica. A los visitantes les bastó con Oliver para evitar sustos. El base anotó de todos los colores, marcó el ritmo y dio un curso.

79-Blusens Monbus (25+20+8+26): Andrés Rodríguez (5), Pavel Pumprla (2), Ben Dewar (9), Levon Kendall (10), Salah Mejri (16) -cinco inicial-, Robbie Hummel (16), Oriol Junyent (-), Alberto Corbacho (11), William Buford (8) y Rafa Freire (2).

82-FIATC Joventut (17+27+16+22): Albert Oliver (27), Moses Ehambe (5), Pere Tomàs (7), Nacho Llovet (2), Ognjen Kuzmic (4) -cinco inicial-, Jordi Trias (9), Manny Quezada (16), Corey Fisher (2), Albert Ventura (3), Sitapha Savané (4) y Alejandro Suárez (3).

Árbitros: Benjamín Jiménez, Fernando Calatrava y Luis Miguel Castillo. Sin eliminados.