En los últimos días se especulaba que a Marc Gasol le podrían dar el premio al mejor defensor de la liga regular en la NBA de esta temporada y ayer se ha confirmado oficialmente. Más que hablar sobre sus habilidades defensivas o comentar el por qué si o por qué no de este premio me gustaría reflexionar sobre varias frases de su entrenador, Lionel Hollins, citadas por la web Tubasket.com: «Es el pilar de la defensa, habla a la espalda, descifra qué nos está haciendo el rival». «Además es decente en el pick and roll (bloqueo y continuación), en ir a la ayuda, y en saber cuándo hacer dos contra uno o quedarse», dice Hollins.
Creo que más que el premio en sí lo más importante es lo que destaca su entrenador.. En el fondo, lo que Marc demuestra jugando es su gran conocimiento del juego. Para estar bien colocado cada vez, pasar un bloqueo en el momento justo, saber usar las manos y el cuerpo correctamente -por citar algunas habilidades defensivas- exige tener un gran dominio de la técnica y táctica individual defensiva. Esta competencia ni se adquiere ni se desarrolla sin un entrenamiento de calidad y mucho menos sin un gran conocimiento del juego. Conocer exige preguntar, explorar, estudiar, entender y evaluar. En eso Marc es un ejemplo. Le gusta ver todo tipo de partidos. Y cuando lo está haciendo no solo se fija en los mates o acciones espectaculares sino en acciones de las que aprender. Piensa en el por qué y para qué de los movimientos a partir de un amplio espectro de posibilidades de los mismos.
Para desarrollar una buena inteligencia táctica de cualquier deporte no solo sirve el entrenamiento como instrucción. Es pensar y reflexionar a partir de lo que se ve y se hace lo que ayuda a construir e interiorizar un aprendizaje. De esa manera los jugadores como Marc se convierten en autónomos y cooperativos, que rinden con cualquier entrenador, equipo, método o competición, porque no son meros autómatas. De ahí que los entrenadores, educadores o monitores deportivos debemos ayudar a los deportistas a saber observar, preguntándose por el por qué de las cosas ampliando el significado de su experiencia construyendo sus propios aprendizajes en el contexto del entrenamiento y competición.
Todo ello no se logra sin esfuerzo y motivación. Dos aspectos que han de resaltarse en la persona de Marc Gasol que, en su caso concreto, se fusionan, acrecentándola cada vez, en la pasión por el baloncesto.
Diego Ocampo es ayudante de Aíto García en el Cajasol. Entrenó a Marc Gasol en el Girona