Volver para reinar

Alberto Blanco

DEPORTES

12 may 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Los júnior de último año, generación del 95, madridistas, chulapos, merengones, chicos y chicas preparados, afrontan hoy algo nuevo en su básquet. Una final de Euroliga. Un reto mayúsculo en estas décadas para el club de sus sueños. El hábito dicen que hace al monje. El gen ganador de un club que vive por y para -única y exclusivamente- la gloria, un 12 de mayo de 2013 quiere volver a su historia, a su pasado, a sus laureles. Lo hace con un grado de madurez y un estilo propio, muy propio. Mejorado en sus errores, corregido de sus defectos, está claro un Madrid que busca un básquet total. El que mola. Ser valiente. Supo leer que con los tiros no podía ganar a su odiado vecino y dispuso de un carrusel de penetraciones y asistencias. Confeccionó a medida un mono de trabajo para cortocircuitar al Barcelona. Y ahora le toca el Olympiakos.

La de vueltas que da la vida. Los millonarios griegos están en dos finales europeas seguidas precisamente cuando tomaron medidas drásticas de ajuste presupuestario. Las sorpresas de la vida. Un equipo ejemplar en entrega, en mantener un ritmo asfixiante a nivel físico y de un escozor ofensivo a veces hasta irritante. Bueno, no tanto como el CSKA de Messina, que por no mirar, ni miraba el aro. En el 02 Arena todos los rumores en los corrillos giraban en torno a la misma mesa. Que aburrimiento de baloncesto proponen los rusos! Si es que así, así de solitos, le decimos a la gente que no venga, total... En fin, volvamos a lo nuestro. A la final. Florentino es feliz con el rojiblanco. No hace más que encontrárselos en finales. Dos veces en cinco días. Hoy tiene la oportunidad de volver a reinar en Europa y su equipo necesita todo. Y de todos. Deberá tener paciencia, masticar el encuentro que propondrán los griegos. Digerirlo en busca de alternativas y saber que todo se decide siempre, casi siempre, en esos diez minutos finales.

Y lo guardo como recuadro final. Hace dos años mucha, pero que mucha gente del básquet decía -maldecía, entendámonos- que Sergio Rodríguez era un bluf. Claro, ahora es fácil estar del lado del barbas. La ingenuidad de un niño te dice que lo que le gusta es y son los jugadores de dibujos animados. ¿Sabéis no?. Menos corsés y más libertad. Talento.