Tyson quiere ser Otelo

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

JUSTIN LANE

El exboxeador campeón del mundo de peso pesado es ahora actor, viene de interpretar la obra que relata su propia vida y se atreve con Shakespeare

13 may 2013 . Actualizado a las 12:03 h.

Michael Gerard Mike Tyson (Brownsville, 1966). El hombre que supo reinventarse. Ese podría ser el título de una obra sobre la biografía del boxeador que lo acaparó todo sobre el cuadrilátero desde 1986 a 1990. Pero no. El espectáculo se llama La verdad irrefutable y está interpretada por el propio ex campeón del mundo de los pesos pesados y dirigido por el afamado Spike Lee. Los escenarios: Las Vegas y Broadway. Ahí es nada.

La experiencia mayúscula debió atraer a Iron Mike y ahora, en plena madurez, ha dado otro giro a su vida (mucho más positivo y deseado por él que otros anteriores, es cierto) y lanza un órdago a los dramaturgos y directores: quiere ser actor. Pero no un intérprete cualquiera. Como en su época de deportista, se atreve con los más grandes. Tyson quiere ser Otelo (el moro de Venecia, de William Shakespeare).

No deja de ser curioso que Mike Tyson quiera meterse en la piel del general del ejército de Venecia, teniendo en cuenta que en la obra el protagonista es víctima de un engaño y cree que su esposa le es infiel, por lo que la mata y acaba suicidándose por celos.

El exboxeador relató hace poco cómo sorprendió a finales de los años ochenta a su esposa en pleno acto sexual con el actor Bradd Pitt, entonces una estrella en ciernes. «Deberíais haber visto su cara cuando me vio», recuerda el excampeón de los pesos pesados.

«Con tiempo, lo puedo hacer»

Mike Tyson, que tras ganarlo todo en el boxeo y deslumbrar zanjando combates por K.O. en apenas unos segundos, es también el que dio cerrojazo a su carrera con un episodio escabroso en el que mordió la oreja de Evander Holyfield en plena revancha por el cinturón de campeón y que acabó en la cárcel condenado por violación.

Pero tantas veces excedió el límite como regresó por la puerta grande para reinventarse y seguir adelante.

Según recogen el New York Daily News norteamericano y el The Guardian inglés, el expúgil es optimista con respecto a su futuro sobre las tablas. «Lo que sea que me den con tiempo para prepararme, lo puedo hacer», asegura sin dudarlo ni un instante.

A pesar de ello, admite: «Dicen que mis habilidades son horribles, pero que tengo el adecuado manejo del tiempo». The Guardian calificó su actuación en La verdad irrefutable como «entre extraña y divertida, con un final algo ofensivo».

Por el momento, Tyson seguirá ensayando la obra de William Shakespeare mientras relata su vida a la platea en una segunda gira por Estados Unidos.