
El club descarta jugar en Europa para poder consolidar su proyecto en casa
03 jul 2013 . Actualizado a las 10:43 h.El Obradoiro no quiere jugar en Europa. El coste de esta aventura es algo difícil de asumir para un club que lleva poco tiempo en la máxima categoría del baloncesto español y que tiene que hacer grandes esfuerzos para cuadrar anualmente su presupuesto. La campaña recientemente firmada por el conjunto santiagués fue sobresaliente, casi perfecta. El Obra disputó el play off de ascenso y cayó en la primera eliminatoria ante el campeón Real Madrid.
El objetivo para el próximo curso deportivo sigue siendo la permanencia. Evitar el sufrimiento y tratar de acercarse lo máximo posible a las metas alcanzadas en el anterior campeonato. Será complicado repetir este éxito, porque cada verano hay que reconstruir la plantilla y la crisis económica es un hándicap a tener muy en cuenta, y más si hablamos de un club tan humilde como es el Obra.
Por todo esto, ya para tratar de formar un bloque compacto y muy competitivo, serán necesarios todos los recursos que en estos momentos están al alcance del consejo de administración. Un grupo de dirigentes que ya la pasada semana, para no hacer daño en el presupuesto, renunció a tomar parte en la Eurochallenge, competición europea de clubes organizada por la FIBA.
Curiosamente, a finales de la pasada semana el club compostelano recibió una nueva invitación. En esta ocasión para tomar parte en la próxima edición de la Eurocup, la segunda competición de baloncesto de clubes más importante a nivel europeo. Tras un intenso estudio de la situación, el consejo de administración decidió descartar esta opción, como había ocurrido semanas atrás con la Eurochallenge. En la entidad analizaron en profundidad esta alternativa, que fue descartada por los mismos motivos que la anterior.
Raúl López, presidente del Obra, reconoce que el consejo se vio «obligado» a formular una negativa a esta petición para «hacer el mismo ejercicio de responsabilidad que la semana pasada». Entiende el mandatario que «la entidad tiene mucha historia, pero es relativamente joven y ninguno de los pasos que demos debe poner en peligro la viabilidad de un proyecto que ilusiona a muchísima gente».
Conseguir ingresos cada vez cuesta más. Ajustar los presupuestos en tiempos de crisis es muy complicado, por lo que Raúl López subraya una vez más que «el Obradoiro será lo que su tierra quiera que sea y lo cierto es que a día de hoy el club no tiene los mínimos apoyos para emprender un desafío como este».