
Ona Carbonell y Marga Crespí quedaron terceras en la final de dúo técnico de Barcelona
21 jul 2013 . Actualizado a las 23:37 h.La natación sincronizada demostró que continúa siendo un seguro de medallas para España: en la segunda jornada de los Mundiales que se están disputando en Barcelona, el dúo técnico compuesto por Ona Carbonell y Marga Crespí conquistó un nuevo bronce, el segundo para la delegación española.
En su debut como pareja en unos grandes campeonatos, Carbonell y Crespí lograron mantenerse en el tercer peldaño del podio (93.800), el mismo que España ya alcanzó en el pasado Mundial de Shanghai. También como entonces, Svetlana Kolesnichenko y Svetlana Romashina, las insuperables rusas, se quedaron con el oro (97.300). China, con Tingting Jiang y Wenwen Jiang, se llevó la plata (94.900).
La conquista de las españolas Ona Carbonell y Marga Crespí, que ejecutaron la misma coreografía de zapateado flamenco presentada en los Juegos de Londres, tiene su mérito. Hace tan sólo seis meses, Crespí era tan sólo una más del grupo de nadadoras que formaba parte del equipo español de natación sincronizada. Su experiencia en el dúo era inexistente. Pero la repentina retirada de la olímpica Andrea Fuentes la obligó a asumir el papel con carácter de urgencia.
«Marga ha hecho una progresión muy bestia en los últimos tiempos. Se ha creído que podía y la transformación interna que ha experimentado se le ha notado mucho en la cara, en su expresividad», apunta Fuentes, que tiene bastante que ver en esa evolución de la joven española. Con cuatro metales olímpicos en su mochila, la ex nadadora española ha sido, en las últimas semanas, una aliada vital para la inexperta Crespí. Tras procesar su retirada y superar la pérdida de su padre, Fuentes, una de las nadadoras con mayor nivel técnico en la historia de la sincronizada española, se ofreció a ayudar a sus ex compañeras en lo que pudiera.
Así, durante el último mes, la medallista olímpica española se sumergió en la piscina de entrenamiento de las discípulas de Esther Jaumà para observar bajo el agua los errores y deficiencias de Crespí, explicárselos y proponerle soluciones. «Mayo (una de las entrenadoras españolas) la miraba desde fuera y yo desde dentro, y eso es algo que no habíamos podido hacer antes porque nunca teníamos una suplente para el dúo», cuenta la ex nadadora española, plata, junto a Carbonell, en el dúo olímpico de Londres.
Crespí, destaca Fuentes, es una nadadora con una definición muy buena, piernas bonitas, mucha fuerza y, sobre todo, muchas ganas de aprender. «Nunca se cree que lo sabe todo, siempre quiere conocer cosas nuevas», apunta la nadadora española, que, además, le ha ido revelando trucos y secretos para nadar mejor junto a Carbonell, la otra componente del dúo español.
«Andrea ha sido una buena motivación para Marga», afirma Jaumà, la seleccionadora española. «Le ha ayudado mucho a entender la manera que tiene Ona de moverse en el agua, explicándole lo que se siente nadando a su lado, el feeling», abundó Jaumà, «muy satisfecha del nivel y del esfuerzo de Crespí». «Ha sido una gran experiencia. Es alucinante disputar un Mundial en casa», celebró la pareja española, tras debutar con un nuevo metal.
Es la segunda medalla en el Mundial de natación para Ona Carbonell, que ya fue bronce en el solo técnico. «Ha sido una buena competición. Ha sido todo un éxito, estamos muy contentas. En el dúo íbamos más justitas y nos hemos quedado a un punto de las chinas. Pero nuestro objetivo era el bronce, porque nos estrenamos como dúo y poco a poco. El objetivo es de cara a Río y todo aprendizaje es positivo», ha apuntado Carbonell.