Pablo Rey también se recupera de una sobrecarga en el reductor
06 ago 2013 . Actualizado a las 17:13 h.Un dolor intenso en la espalda trastoca la pretemporada de Manu Barreiro. El jugador santiagués del Racing no pudo participar en los dos amistosos del pasado fin de semana debido a una lumbalgia mecánica. No jugó ni en Cedeira ni en Pontedeume. Ayer por la mañana se trató en la clínica de Carlos Brage y podría unirse ya a los entrenamientos. Según como sea su evolución, podría jugar alguno de los partidos que el Racing afrontará esta semana, mañana en Mugardos, el sábado en el Concepción Arenal ante la Ponferradina o el domingo en los cuartos de final de la Copa Diputación si el equipo vence antes en A Pedreira.
Marcos Álvarez
Con Manu Barreiro lesionado, asume parte de las responsabilidades goleadoras Marcos Álvarez, que ya lleva cuatro goles. En su anterior campaña en Segunda B, en el Coruxo, el jugador ortegano se acostumbró a mirar más a portería, pues jugó con frecuencia en punta.
También se recupera de unas molestias el capitán del Racing. Pablo Rey arrastra una sobrecarga en el adductor desde el jueves. Tampoco pudo jugar los partidos del pasado fin de semana en Cedeira y Pontedeume.
La plantilla del Racing está citada a las diez y media de la mañana para realizar el primer entrenamiento de la semana en el campo anexo de A Malata.
Pumar
Fernando Pumar, que se sometió en junio a una operación en el hombro, realiza ya algunas tareas con el grupo. Para el jugador ourensano hay todos los días algunas tareas distintas que para el resto de futbolistas. Tanto en Cedeira como en Pontedeume realizó distintos ejercicios de fortalecimiento del tren inferior. El problema en estas semanas estaría en que recibiese algún golpe. Todavía no se encuentra en la fase final de su recuperación, pues deberá pasar consulta con el traumatólogo Rafael Arriaza en los primeros días de septiembre, tal como explica el jefe de los servicios médicos del club verde, Carlos Brage.
«Pumar puede participar en rondos y en determinadas tareas en las que no hay peligro de contacto», explica Brage.