Pavel Pumprla subraya que "sin intensidad atrás es muy difícil ganar partidos"
17 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Tanto en las victorias como en las derrotas, los análisis de los partidos del Obradoiro Río Natura Monbus suelen descifrarse con la misma lupa, la que se pone sobre la defensa. El choque del sábado, en Tenerife, es un claro ejemplo, en opinión de Pavel Pumprla. El mismo equipo que perdía de veinte puntos a falta de ocho minutos se quedó a una canasta de enjugar esa desventaja.
El alero checo lo explica sin ambages: «Los primeros tres cuartos no jugamos bien, con el esfuerzo necesario en defensa. En el último, quizás cuando parecía todo perdido, encontramos esa intensidad que debemos tener los cuarenta minutos porque, si no, será muy difícil ganar partidos».
Superado el desencanto de una oportunidad perdida, el equipo trata de tomar nota para evitar que se repita la historia frente al Manresa. De las palabras de Pumprla se desprende que estarán prevenidos: «Ante el Joventut jugaron muy bien, especialmente el jovencito grande, con una valoración de 37. Creo que vamos a estar preparados. Tenemos que demostrar que en casa no podemos perder. Tanto ante el Manresa como ante un rival de Euroliga hay que dar el cien por cien».
La vieja guardia
El plantel se ha rejuvenecido sustancialmente y ante el C.B. Canarias fueron los nuevos los que más tiraron del carro. Pumprla no rehúye el debate: «Los que llevamos más años en Europa y ya conocemos la liga española, tenemos que echar el equipo a la espalda». Al propio tiempo, rompe una lanza en favor de las nuevas incorporaciones, por el trabajo que están haciendo. Y apunta que quizás esa juventud y esa energía que ha llegado al equipo pueda traducirse en un estilo de baloncesto más veloz.
El alero está convencido de que el Obradoiro seguirá una línea ascendente: «En cada entrenamiento estamos mejor como equipo. Si conseguimos defender a nuestro mejor nivel, estaremos bien».
Ese es el gran objetivo de cara al fin de semana, sobre todo teniendo en cuenta el desparpajo de un rival que llegará reforzado por el buen inicio.