El Lalín arranca la segunda vuelta de la liga con un choque vital en sus aspiraciones de dejar los puestos de descenso. Casi una final a pesar de que aún restan diecinueve partidos de competición. En el Anxo Cortizo (17.00 horas) recibe la visita del colista, el Melías, al que supera solo por seis puntos. Una victoria de los lalinenses supondría un primer balón de oxígeno y confiar en sus posibilidades de permanencia. Pero el entrenador, Luis González Pichel, hacía ayer un llamamiento a los «verdadeiros aficionados do Lalín» para que acudan al campo a animar a un equipo donde se está apostando por los jóvenes y requieren «sentir ese apoio».
Para este encuentro el técnico lalinense cuenta con las bajas de Rucho, Toño y Cheroki, este último por el fallecimiento de su abuela. La nota positiva es el regreso de Rubén Méndez, aunque no será titular, pero Pichel confía en que pueda disputar algunos minutos y ayudar al equipo. Una plantilla que «está moi motivada e sabe que é clave gañar hoxe e darllo todo», apuntó el técnico. Destacó el esfuerzo de todos los jugadores, especialmente los más jóvenes, «para sacar ao Lalín dos postos de descenso», afectado por las lesiones y sin lograr encadenar una buena racha de resultados.
Respecto al rival, Pichel espera un partido muy igualado y complicado. Cree que el Melias intentará puntuar e incluso llevarse la victoria porque se le acaban las oportunidades de salir del farolillo rojo. Además, los visitantes son conocedores, para el entrenador lalinense, del momento delicado de los locales, que encaja muchos goles, e intentarán aprovechar esa circunstancia. Para Pichel la clave estará en mantener la concentración y aprovechar alguna ocasión para marcar.