El Ribadeo y el Viveiro encaran el último tercio liguero cargados de moral y esperanzas, y muy bien situados en la carrera por el ascenso
25 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.A la carrera por el ascenso a Tercera División le quedan solo 12 vueltas y entre los bólidos que ruedan en las primeras posiciones continúan los dos representantes mariñanos. En juego están dos billetes para la categoría superior y otros dos para la promoción, en la que sus protagonistas dependen de la suerte de los clubes gallegos que luchen por subir a Segunda División B.
El vuelo sin escalas ni condicionantes es el objetivo que persiguen el Ribadeo y el Viveiro en el tramo fin del campeonato. Sobre todo el primero, que disfruta de una importante ventaja sobre sus vecinos y ve muy detrás a los equipos que casi dan por descartado el ascenso directo y centran sus esfuerzos en abrirse paso en las eliminatorias con el tercero y el cuarto clasificado del grupo sur.
El calendario, además, es un buen aliado de los del Pepe Barrera. Refuerza sus esperanzas, ya que disputará en casa dos partidos más que a domicilio. Los ribadenses solo tendrán que visitar al Dumbría, al Xallas, al Atlético Riveira, al Carral y, en su última salida, al Viveiro, mientras que por el Pepe Barrera pasarán el Dubra, el Sada, el Residencia, el O Val, el Chantada, el Bergantiños y el Galicia Mugardos. «Dependemos de nós e iso dános moitas esperanzas», subrayaba Rafa Casanova hace justo una semana.
La amenaza que sufre el Viveiro es mayor. Aunque en el bando celeste se fijan sobre todo en lo que hace el Ribadeo, de reojo miran a los tres equipos que vienen con fuerza por detrás. Entre ellos, el Dumbría, un conjunto en línea ascendente y que disputará un partido más que el resto porque tiene pendiente visitar al San Tirso. Lo hará en Semana Santa.