
Los técnicos de los dos primeros clasificados asumen la obligación de no dejar escapar el ascenso, el celeste solo habla de partido a partido
02 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.A tres días para la disputa de la antepenúltima jornada de Liga de la Preferente Sur todo hace pensar que, salvo debacle, los dos ascensos directos a la Tercera compartirán denominación de origen arousana. Ribadumia, líder con 63 puntos, y Xuventú Sanxenxo, segundo con 62, disponen de un cómodo colchón sobre los otros tres aspirantes al premio gordo encabezados por su vecino común Vilalonga, con 58 puntos en su haber por delante del Pontellas, con 57, y el peor situado, un Lalín con 56. Los tres últimos aspiran a prolongar hasta la última jornada su particular baile de las sillas, con Ribadumia y Sanxenxo trabajando por cortar cuanto antes la música con el par de mullidos asientos disponibles a la altura de sus posaderas.
Los entrenadores de los dos primeros clasificados coincidían ayer en que, a estas alturas del baile, ya no pueden esconderse tras la falsa modestia o una supuesta timidez para salirse del centro de los focos de la pista. El técnico del Ribadumia, Gabi Leis, manifestaba ayer que «o obxectivo é o ascenso». Así lo había asumido ya cuando su equipo se hizo con las riendas de la clasificación en la segunda vuelta. Su primera preocupación, superar con éxito el paso este domingo por el campo del colista, el Melias. Porque «se non gañamos alí quizais non merezcamos estar onde estamos», dijo sin tapujos Leis, nada contento con el pinchazo el domingo ante el Barco en A Senra, 0-1, tras cuatro triunfos encadenados.
Óscar García, el preparador del Sanxenxo, comparte criterio con Gabi: «Quedan tres partidos, por supuesto que el objetivo es el ascenso». El técnico, que hace dos meses comunicó al club que pase lo que pase esta será su segunda y última temporada en el equipo al dar su ciclo por cerrado, quiere que el Sanxenxo se resarza del mazazo de hace un año, cuando un empate en casa con el Valladares lo privó del ascenso en la última jornada de Liga. Las dos derrotas y un empate encadenadas por el Sanxenxo no hacen dudar a su preparador.
Por su parte, el entrenador del Vilalonga, Julián Ferreiro, se planta en el «ganar partido a partido». Y es que tras ir a remolque toda la temporada en la carrera por el ascenso, y el despido de Tenorio y Jorge Fernández hace un par de semanas, el técnico entiende que al cuadro celeste le toca «disfrutar dos últimos partidos». Y lo que sea, será.