Mundial 2014: La eliminación de Italia precipita una revolución total en la azzurra

Tras su segundo desastre consecutivo en los Mundiales, la selección de Italia se prepara para una renovación total: desde el presidente de la federación hasta los jugadores pasando por el entrenador. El técnico Cesare Prandelli repartió las culpas entre el árbitro, el clima, el equipo y sus compatriotas, pero no esquivó la autocrítica. «Asumo la responsabilidad deportiva», dijo enfurecido tras caer 1-0 con Uruguay en el choque definitivo del Grupo D del Mundial de Brasil. El técnico y el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete, anunciaron instantes más tarde su dimisión.

«Es mi responsabilidad presentar mi dimision cuando el proyecto técnico fracasa. Es justo que se asuma la responsabilidad», explicó Prandelli. Es la segunda vez consecutiva que Italia se queda en un Mundial fuera de los octavos de final. Campeona del mundo en Alemania 2006, la Azzurra comenzó ganando a Inglaterra 2-1, pero después cayó ante Costa Rica y Uruguay por sendos 1-0. «Es un día de fracaso», constató el capitán italiano, Gianluigi Buffon, después del que posiblemente sea su último partido con la selección nacional. «Hemos chocado contra la dura realidad».

Duras críticas en casa

La prensa italiana castigó duramente a la selección de Prandelli. «Nuestro fútbol es como una pelota, que se va con el viento. Alcanzó el punto más bajo de una crisis técnica, organizativa y cultural. Todo debe cambiar», criticó el diario La Repubblica. «El derrumbamiento. Italia para casa: un fracaso», tituló el diario La Gazzetta dello Sport. «Los 'azzurri', inofensivos y sin ideas», agregó.

«Todos los errores de Prandelli: la pesadilla del calor, los cambios y, sobre todo, la confianza total en (Mario) Balotelli», señaló El Corriere dello Sport. Admitida su culpa -«Quizá es por nuestras limitaciones técnicas»-, Prandelli descargó también algo de responsabilidad en factores ajenos a la Azzurra, como el árbitro o la distribución de partidos por parte de la FIFA. «Es absurdo terminar un partido así con diez», dijo en referencia a la rigurosa expulsión de Claudio Marchisio en el minuto 59 de un partido que dejó también un presunto mordisco del uruguayo Luis Suárez al italiano Giorgio Chiellini. Un triste consuelo para Italia, que vuelve a casa de manera precipitada.

«Somos el único equipo que jugó en Manaos dos veces y a las 13:00 horas», agregó sobre el caluroso y húmedo clima en la ciudad amazónica. El técnico, cuya total confianza en Balotelli no se vio correspondida, renovó en mayo su contrato hasta la Eurocopa de Francia 2016. Y desde entonces recibió muchas críticas por el aumento de sueldo. «Empezaron a atacarnos como si fuéramos un partido político», dijo Prandelli. «Pero yo no he robado dinero a nadie», añadió en un discurso en el que se lanzó definitivamente: «No tenemos sentido de patriotismo».

Adiós de veteranos

Mientras el joven Marco Verrati lamentaba entre lágrimas la «oportunidad única» perdida, Buffon cargó duramente contra las nuevas generaciones y defendió a los veteranos como Andrea Pirlo, Andrea Barzagli o Daniele de Rossi. «Siempre se escucha que se necesita un cambio, que Pirlo, Buffon, Barzagli y De Rossi son mayores. Pero cuando se trata de tirar de carro son esos jugadores los que están en primera fila», criticó el portero.

Y su compañero De Rossi lo secundó: «Nosotros, los veteranos, representamos la actitud correcta. El que no quiera poner esa actitud, el que no tenga esa pasión, que se quede en casa». Los jugadores italianos abandonaron el vestuario del estadio Arenas de las Dunas de Natal dos horas después de la derrota. Y posiblemente fue el último partido de Pirlo como director de orquesta de una Azzurra abocada a un cambio radical.

Andrea Pirlo (35 años) ya anunció durante el Mundial que no seguiría con la selección. Dice adiós la batuta de la Italia que apostó por el toque, y que dejó como canto de cisne una exhibición ante Inglaterra que será recordada.

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